Las empresas deben avanzar hacia un modelo sostenible con colaboración público-privada. Así lo han manifestado el presidente de Agbar, Àngel Simón, y el director de la Cátedra de Liderazgos y Governanza Democrática de Esade, Àngel Castiñeira, quienes han destacado la necesidad de transitar hacia "un modelo diferente" para tratar de "derribar murallas". Simón ha insistido en la importancia de que, en un contexto de crisis sanitaria, inflación y coste de la energía, las compañías mantengan su compromiso social y, para ello, son "imprescindibles las alianzas" con la administración.
"Hoy en día no se puede tomar ninguna decisión que no sea con cooperación y con diálogo". Por eso, cree que, quien quiera "imponer una solución fuera de esto, se equivoca". El presidente de Agbar ha hecho estas declaraciones en el foro Barcelona Tribuna que se ha celebrado este miércoles en el Caixafòrum Macaya. Un ciclo de conferencias que conmemora los 200 años de historia de la Societat Econòmica Barcelonesa d'Amics del País (Sepab). Durante el debate se ha evidenciado la relevancia de "demoler algunas murallas que existen en la actualidad para seguir avanzando y progresando".
Triple fractura
Para Castiñeira, vivimos en un momento en el que se refleja una triple fractura: a nivel humano --de las personas contra otras personas--, ecológico --de los humanos con la naturaleza-- y espiritual --la de los humanos con ellos mismos--. Y para sobrevivir a ellas es imprescindible "hacer un cambio de paradigma".
Asimismo, ha asegurado que "el capital humano se ha desenganchado de la curva de la evolución económica. Lo cual provoca malestar de las clases medias y justifica que surjan movimientos de los indignados y fuerzas populistas que se aprovechan de esta situación".
Personas y medioambiente
El responsable de Esade ha advertido de que "los impactos de las empresas pueden tener consecuencias negativas también en el ámbito social y natural". Por eso, ambos destacan que la responsabilidad de las compañías ya no es sólo la de obtener beneficios, sino la de dar valor a las comunidades locales y al medioambiente. Es decir, que tienen una función social que deben asumir. "Pasamos de un modelo de economía lineal a circular, a un modelo regenerativo, de energías renovables, de tecnologías digitales e inclusivo", añaden.
En este sentido y según han explicado, en el 2021 se produjo un cambio relevante porque un estudio situó a las empresas en el primer puesto para liderar un cambio que vincule las tres P: personas, planeta y prosperitat. Pues, según ese barómetro al que Castiñeira ha hecho referencia, "las ONG fueron valoradas por la población mundial como éticas, pero poco competentes; el gobierno como poco competente y poco ético; y las empresas como éticas y competentes".
Crisis energética y turismo
Por último, han destacado otro reto al que deben hacer frente las compañías: la emergencia climática, a la que el presidente de Agbar cree que se le debe dar respuesta a través de la colaboración público-privada. "Para afrontar esta crisis es necesario avanzar en el modelo de economía circular de manera imparable, pero viendo cómo gestionar esta transición para que nadie se quede fuera".
El turismo juega también un papel relevante. Por ejemplo, en el área metropolitana de Barcelona. Según Simón, Barcelona debe ver "cuáles son las bases que quiere para la economía y qué papel juega el turismo en ella".
Cerca de 50 empresarios --sumados a los que lo han seguido a distancia-- han acudido a esta conferencia que destaca la función social del ámbito empresarial. Ello en un contexto de crisis económica y sanitaria generadas por la pandemia del Covid que ha demostrado a muchas compañías que "la cooperación" es imprescindible.