Cualquier propietario de un negocio pequeño o mediano sabe que, para que funcione y pueda generar rendimiento, es necesario tener acceso a una financiación ágil y sencilla. Lo mismo puede decir, en realidad, cualquier empresario que pasa por una situación de crisis temporal. También para aquellos con una idea novedosa o singular, eso que ahora se denomina una startup. Sin financiación, el negocio se marchita y sin acceso a un crédito rápido, puede verse abocado a desaparecer si surge algún imprevisto.
Lamentablemente, en el mundo de los negocios no suele prodigarse la paciencia. El método más habitual en estos casos es acudir a un banco. Estos a menudo rehúyen el riesgo y quieren obtener un rendimiento de su inversión lo antes posible. En estos casos, podemos encontrarnos con que la paciencia brilla por su ausencia y las crisis temporales suelen resolverse de manera drástica: se acaba la financiación y se liquida la empresa. Nunca sabremos qué buenas ideas se quedaron por el camino por no haber tenido el respaldo financiero suficiente o porque los inversores no tuvieran la paciencia necesaria.
Además, el camino para obtener financiación de un banco es largo y tortuoso en ocasiones. Los requisitos y trabas pueden ser inasumibles y convertir todo el proceso de creación y consolidación de una nueva idea empresarial en una auténtica tortura.
Financiación alternativa para empresas
Afortunadamente, el mercado ofrece otras formas de financiar un negocio o proyecto. Así, una pequeña o mediana empresa ya no necesita acudir a los bancos para lograr recursos financieros con los que desarrollar su actividad o salir de una crisis de tesorería. Evidentemente, es una posibilidad, pero existen diversas e interesantes alternativas para financiar a las PYMES.
La financiación alternativa se está convirtiendo en un soporte fundamental de nuestra economía, con una cuota de mercado cada vez mayor. Es un inversor privado el que ofrece la financiación, como es el caso de Financia-T, quien nos ofrece una solución financiera con condiciones personalizadas para negocios de cualquier índole, una empresa privada con años de experiencia y especializada en ofrecer financiación alternativa. Préstamos hipotecarios, factoring, leasing, renting, descuentos de pagarés o el anticipo de facturas son mecanismos financieros que pueden garantizar su supervivencia. La razón es que algunos proyectos o empresas necesitan de un tiempo de maduración más largo que el que podrían exigir entidades bancarias o inversores clásicos, y es aquí donde entran en juego estos préstamos, que les sirven para obtener financiación rápida, con un mayor plazo de carencia, de forma más sencilla o, simplemente, evitando las trabas que supone pedir un préstamo bancario. Con este tipo de préstamos alternativos, aparecer en registros de morosos como el RAI o ASNEF no tiene por qué ser un problema.
Requisitos
Estos mecanismos de financiación alternativa suelen exigir dos requisitos:
- Disponer de una propiedad inmobiliaria a nombre del solicitante, libre de cargas o deudas o, en todo caso, por un importe pequeño.
- Solicitar un importe mínimo, que generalmente es de 20.000€. El motivo de que se necesite un importe mínimo es que de esta forma se ofrece un tipo de interés muy competitivo garantizando un rendimiento adecuado para los inversores que ponen su capital a disposición de las empresas.
Las grandes ventajas de este tipo de financiación es la rapidez de la respuesta (en menos 72 horas), la limitación de la responsabilidad y la flexibilidad de la devolución, pues se puede escoger la duración (de uno a diez años), el tipo de cuota (mensual, trimestral o semestral) y el tipo de amortización.
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