La esperanza de que los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030 reguen de infraestructuras el territorio propicia que la candidatura que trabaja el COE gane adeptos en la zona. Muchos son los territorios de la cordillera que ven en este evento un nuevo comienzo después de años, e incluso décadas, de lo que aseguran que es abandono y falta de inversión por parte de las diferentes Administraciones. Sallent, en el término municipal del Coll de Nargó (Lleida), es uno de los exponentes de este espíritu olímpico. Sin luz en gran parte de sus viviendas, espera que este proyecto actualice sus infraestructuras para vivir con las mínimas comodidades del siglo XXI.
El alcalde de Coll de Nargó y presidente del Consejo Comarcal del Alt Urgell desde diciembre de 2021, Martí Riera (ERC), llama a “actuar con pedagogía” frente a los JJOO. Es decir, utilizar esta “ventana” que expondrá las carencias del territorio para exigir mejoras en toda la comarca. El ejemplo más claro es el de Sallent, donde las inversiones de un pequeño municipio de escasos 600 habitantes son insuficientes para conectar este núcleo de población con la red eléctrica. “Hemos hecho lo que hemos podido desde el ayuntamiento, pero todavía falta invertir 200.000 euros para hacer el despliegue completo y que llegue la luz a todo el pueblo”, asegura el edil.
Incertidumbre y microinversiones
El dilema recurrente al que se enfrenta Sallent son las microinversiones de las Administraciones provinciales y autonómicas. El consistorio ha pagado gran parte de la nueva línea eléctrica al pueblo descentralizado, aunque de forma intermitente. Riera remarca que los municipios pequeños tienen “problemas de financiación”, por un escaso presupuesto en comparación con grandes o medianas urbes, y que las actuaciones de mayor calado no se pueden ejecutar si no vienen “acompañadas de ayudas” de otras instituciones.
Los territorios de montaña padecen desde hace más de 30 años estas carencias en infraestructuras. Valles inmensos pueblan los Pirineos, en pos de un dinero del que carecen por su baja densidad demográfica. “Confiamos en que los Juegos sean un acelerador y se mejoren infraestructuras como carreteras, transporte y telecomunicaciones, así como la eficiencia energética”, explica Riera al hablar del Alt Urgell.
¿Qué se espera de los JJOO en los Pirineos?
Esperanza. Ese sentimiento atesoran los ediles y ciudadanos de los Pirineos. “No tenemos directamente incidencia”, apunta el presidente comarcal. Esto presupone que las inversiones derivadas del proyecto olímpico no impacten frontalmente en el territorio, aunque esperan que de forma “indirecta” lleguen después de 30 años en el olvido absoluto. La fibra óptica prometida por el vicepresident Jordi Puigneró (JxCat) tampoco está logrando los objetivos fijados y ha dividido, todavía más, a la cordillera entre urbes y villas o pueblos.
“¿Si hacemos unos Juegos Olímpicos tendremos luz?”, dramatiza Riera como voz de los vecinos de Sallent. Esta es la gran pregunta y que ha servido de argumento para que el ámbito del Alt Pirineu i Aran cuente con una aprobación mayoritaria a la propuesta del Govern. Sin embargo, el edil es claro: “No mezclemos cosas, una cosa es el evento deportivo mundial y otras, las infraestructuras y la inversión. Las deficiencias son las que son, pero esperamos que los JJOO sirvan de acelerador para los Pirineos”, sentencia.
El Alt Urgell sin esquí de fondo
Más allá de la vaga electrificación de Sallent y la esperanza en los JJOO, el Alt Urgell ha recibido otro revés: el esquí de fondo. La comarca cuenta con estas dos infraestructuras en Tuixent y Sant Joan de l’Erm. La previsión era que sirvieran como foco de atracción para los deportistas olímpicos donde se celebrasen algunas de las competiciones. Sin embargo, no cumplen las especificaciones técnicas que dicta el Comité Olímpico Internacional (COI), al no estar todas las pistas por encima de los 1.800 metros. “Otras cosas las podemos arreglar, pero esta no tiene solución. No podemos levantar las montañas”, ironiza Riera.
Aragón, en el desglose de disciplinas que se partirían en el caso de unos hipotéticos Juegos ambas comunidades, se ha hecho con las competiciones de esquí de fondo. Esto ha supuesto dejar de lado el Alt Urgell, la comarca que acumula esta modalidad invernal. Por ello, Sallent seguirá en un segundo plano y sin luz, aunque será olímpico. A la espera de que Generalitat y Gobierno unan esfuerzos para homogeneizar las infraestructuras, incluso en las zonas que jugarían un papel secundario en el acontecimiento global de 2030.