Foment del Treball ha anunciado que presentará un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) para “paralizar” las obras de reforma de la Via Laietana de Barcelona. Se convierte de este modo en la primera organización empresarial en llevar ante la justicia otro de los proyectos estella de los comunes, el partido de la alcaldesa Ada Colau.
El presidente de la patronal, Josep Sánchez Llibre, ha explicado que entienden que la reforma de una de las principales arterias viarias de la ciudad “es de tal magnitud” que requeriría de una Modificación del Plan General del Área Metropolitana de Barcelona (PGM). Es decir, una tramitación mucho más compleja de la que se ha seguido que, según se indica desde Foment, da más garantías a la movilidad urbana, la gran perjudicada con los trabajos que ya se han iniciado y que implicarán que solo se podrá circular por Vía Laietana de bajada. Es decir, desde plaza Urquinaona hasta el mar.
Ninguna enmienda aceptada
Cabe tener en cuenta que el Ayuntamiento de Barcelona no aceptó ni una sola enmienda de las que presentaron entidades y vecinos de la ciudad al proyecto inicial. Las obras se han iniciado sin cambiar ni una sola coma de lo que se había previsto. “Por las razones que sean, todos los vecinos y entidades ubicadas en la Via Laietana no se han atendido", ha lamentado el patrón. "El Ayuntamiento lo ha planteado como una pequeña reforma de un local comercial o una casa", indica, la base legal de su recurso.
Sánchez Llibre ha remarcado que esta no es la manera de actuar ante una calle "tan significativa que tardó 100 años en poder conectar el centro y el mar", diseñada en 1859 por el urbanista Ildefons Cerdà. "No me gusta que si una va a la Barceloneta y quiere volver al centro de la ciudad tenga que ir a Zaragoza", ha ironizado el presidente de la patronal catalana.
La reforma de Colau
El consistorio barcelonés inició las obras el 1 de marzo para transformar la Via Laietana en un espacio prácticamente exclusivos para peatones, bicis y zonas verdes, en la que impere la movilidad sostenible. El objetivo era mejorar los accesos para viandantes entre los barrios del Gòtic y de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera.
No obstante, esta transformación, que se completará en una segunda fase y espera finalizar en 2024, no cuenta con la aprobación de las organizaciones, empresas y entidades alojadas en esta arteria principal de Barcelona que une la ciudad. Foment ya ha dado el primer paso y la llevará la próxima semana ante el TSJC, aunque asegura que cuenta con el apoyo del resto de "inquilinos" de la calle.