La guerra en Ucrania empieza a dibujar un escenario preocupante para la provisión de materias primas en España. Según fuentes de uno de los principales grupos agroalimentarios del país, la interrupción de los flujos comerciales en el este ha dejado bajo mínimos el stock de trigo, maíz y aceite de girasol. Si no se habilitan rutas alternativas para la llegada de cereales y oleaginosas, las reservas en puerto solo aguantarán hasta abril.

El director general de MercolleidaMiquel Àngel Bergés, ha compartido esta alarma con Crónica Global y ha precisado que "el último cargamento por buque de aceite de girasol llegó justo antes del conflicto". Las miradas de los mayoristas, como apunta Bergés, están puestas en la Comisión Europea, que trabaja contra reloj para aligerar la normativa agrícola con objeto de agilizar el suministro de otros mercados como EEUU y Argentina.

El 'granero' de Europa

Pero hasta que se flexibilice el papeleo, la industria transformadora se espera lo peor. No está en juego solo la fabricación de harina, sino también los piensos derivados del maíz y todos los alimentos procesados que tienen como ingrediente el aceite de girasol.

Patronales como Cesfac, que agrupa a los fabricantes de alimentación animal, ya han dado la voz de alarma. Sin embarques en el Mar Negro, la carestía de materias primas se hará notar en apenas un mes. Los datos recabados por la industria, reproducidos en la tabla inferior, ponen cifras a esta preocupación. Las exportaciones de trigo y maíz cosechados en Rusia y Ucrania ascienden al 29% y el 18% de la cabaña mundial, respectivamente. En el caso del aceite de girasol, ambas naciones producen la friolera del 80% de este fluido.

PRODUCCIÓN MUNDIAL DE CEREALES EN UCRANIA Y RUSIA
Materia prima Ucrania Rusia Total
Trigo 12% 17% 29%
Maíz 16% 2% 18%
Aceite de girasol 50% 30% 80%

Siembra echada a perder

En España, la dependencia del maíz ucraniano es aún mayor: representa el 41,3% de las importaciones nacionales. En el trigo, la situación no es tan comprometida: tan solo el 10% de la mies se importa desde Kiev.

Por otro lado, el granero de Europa se enfrenta a una amenaza adicional. Como informan fuentes del sector, la campaña agrícola de Ucrania debía arrancar entre marzo y abril. La siembra del maíz, el aceite de girasol, el arroz, la soja y otras semillas se inicia en primavera para que la simiente florezca en julio y agosto, antes de la recogida del grano en otoño.

Cultivo de maíz / EP

Situación crítica

Los actores consultados se preguntan qué ucranianos trabajarán los sembradíos en pleno éxodo de refugiados y con el país atenazado por unas hostilidades sin tregua a la vista. Máxime cuando los campos más feraces de Ucrania se hallan en las zonas más afectadas por el conflicto --el norte en el caso del maíz, y el sur y suroeste para el aceite de girasol y el trigo--.

En este contexto, la consejera de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, Teresa Jordà, ha reclamado al Ministerio de Agricultura la creación urgente de un grupo de trabajo para ayudar a las explotaciones agrícolas y ganaderas. El Departamento alerta de que la situación general se agravará por la falta de lluvia y el encarecimiento de los costes energéticos. Si la guerra se prolonga en el tiempo, las consecuencias económicas para la industria, pero también para los consumidores, pueden ser muy caras.