El Puerto de Barcelona ha comunicado a la Unión Europea (UE) la existencia de un bien de un individuo incluido en la lista negra de oligarcas rusos por la guerra de Ucrania en la dársena que se podría embargar. La Autoridad Portuaria señala un amarre propiedad de un súperrico ruso de los que la UE ha incluido en la lista de sanciones por la agresión en el país del Este.
Lo ha dicho hoy Damià Calvet, presidente de la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB), quien ha precisado que la actuación del Puerto con este amarre llega después de la actualización de la lista negra de oligarcas sancionados por la UE por la invasión de Ucrania. El bien ruso aún no ha sido embargado, sino que la APB lo ha comunicado a la UE por si tuviera que incautarlo.
"No hay barcos rusos en Barcelona"
A preguntas de este medio, Calvet ha subrayado que "no hay barcos rusos atracados en Barcelona", precisando que los buques "pueden no tener bandera rusa". Ello se refiere a las banderas de conveniencia y a las sociedades comerciales interpuestas para la compra y tenencia de los grandes esloras. Esta aseveración del presidente de la APB llega después de que este medio desvelara que hay al menos tres yates vinculados con otros tantos grandes empresarios rusos.
El más visiible es el Solaris, del inversor Roman Abramovich, hasta ahora propietario del Chelsea FC británico, club cuya participación ha puesto a la venta tras comenzar las hostilidades en Ucrania. También reposan en la Ciudad Condal el Aurora, de Andrey Molchanov, accionista del conglomerado de construcción LRS Group, y el Valerie, de Sergey Chezemov, presidente de Rostec Corporation. Todos ellos están en los talleres de reparación de Marina Barcelona 92, que ha iniciado un plan de contingencia, como ha explicado este medio.
El puerto hace un inventario de rusos
Sea como fuere, el Puerto asegura que está "coordinado" con los distintos entes gubernamentales para implementar las posibles sanciones que tenga que aplicar por la guerra en Ucrania. Lo ha dicho Damià Calvet, quien ha enfatizado que "se está actuando igual que el resto de actores", Puertos del Estado y la Dirección General de Marina Mercante, y con arreglo a la nueva lista negra emitida por la Unión.
¿Qué ha hecho la APB por ahora? "Como hemos venido manteniendo, los clientes de los concesionarios del Puerto no son directamente rusos. Pero existe la figura del último beneficiario, que es quien se beneficia del bien", ha explicado Calvet. Para desenredar esta maraña de banderas de terceros países y sociedades pantalla, el Puerto ha encargado una auditoría para conocer "quiénes son los clientes", y si entre estos hay algún oligarca ruso citado en la lista negra de la UE. Lo puede hacer, dice, porque tiene competencias en materia de consumo.
Precedente de Hamburgo
Antes de que el Puerto proponga a la UE algún activo --sea un yate o un amarre-- para embargar, lo cierto es que ya hay precedentes. Ayer miércoles, las autoridades alemanas de incautaron del yate Dilbar, del magnate ruso Alisher Usmánov, como avanzó Forbes y ha recogido este medio. El yate del directivo se encontraba en las instalaciones de refit de Hamburgo (Alemania) desde octubre. Hasta ahora, cuando las instituciones locales lo han decomisado después de que Usmánov entrara en la nueva lista negra de oligarcas rusos sancionados por la guerra de Ucrania el pasado lunes.
Precisamente, Usmánov y otros empresarios alertaron de la "ilegalidad" de las sanciones a empresarios considerados cercanos al presidente ruso, Vladímir Putin. Pese a sus quejas, sus nombres han sido incluidos en el boletín oficial de la UE como individuos cuyos bienes son susceptibles de intervención.
El presidente Biden prometió "cazarlos"
El precedente de Dilbar y Hamburgo, que ahora tiene réplica con un amarre de yate en Barcelona, se circunscribe a Europa. Pero es que Estados Unidos ha sido incluso más duro con los grandes empresarios rusos. El mismo presidente, Joe Biden, utilizó parte del discurso del Estado de la Unión esta misma semana para prometer que la nación "perseguiría" a los magnates rusos y su riqueza "de origen criminal", enfatizó. Específicamente, el jefe de Estado advirtió de que se buscarían los yates de los directivos, como está ocurriendo ahora. Para ello, prometió crear una task force o grupo de trabajo específico.
Las medidas en un lado y otro del Atlántico llegan después de que el Gobierno ruso lanzara una "operación militar especial" contra Ucrania siete días atrás. La ofensiva, presentada para apuntalar la seguridad del país y desnazificar el Estado agredido, ha generado una condena de la Asamblea General de las Naciones Unidas. No así del Consejo de Seguridad de la ONU, donde Rusia utilizó su derecho a veto para evitar una resolución similar. En paralelo a ello, Fiscalía de la Corte Penal Internacional (ICJ), el brazo judicial de Naciones Unidas, ha incoado diligencias por posibles crímenes de guerra en el país atacado.