Primer yate de un gran empresario ruso incautado en Europa. El Dilbar, de Alisher Usmánov, ha sido decomisado por las autoridades alemanas cuando permanecía atracado en el puerto de Hamburgo (Alemania). La nave, de 156 metros de eslora, es visitante habitual de Barcelona, donde utiliza el puerto deportivo de Marina Port Vell, en la Barceloneta.
Según ha avanzado Forbes citando a tres fuentes distintas, autoridades alemanas han intervenido el Dilbar cuando se encontraba en la ciudad hanseática. El barco se encontraba en las instalaciones de la prestigiosa firma de construcción y reparación de buques Blohm+Voss desde octubre. La firma estaba sometiendo el yate a un refit, aunque no ha tenido tiempo de terminarlo, pues la imposición de sanciones ha provocado su incautación por parte de Alemania.
Usmánov, sancionado el lunes
La noticia, un seísmo en la industria náutica, llega tres días después de que el Tesoro de Estados Unidos anunciara un paquete de sanciones contra grandes empresarios rusos considerados cercanos al Gobierno de Vladímir Putin en respuesta a la agresión militar contra Ucrania. De hecho, el propio presidente de EEUU, Joe Biden, confirmó que habría duras sanciones, incluida la "incautación de yates" de empresarios, en su discurso del Estado de la Unión el martes.
Uno de los oligarcas castigados es Usmánov, que es accionista mayoritario de Metalloinvest, dueño de MegaFon --segunda teleco en Rusia--, el grupo mediático Kommersant y accionista del club de fútbol británico Arsenal FC.
Visitante de Barcelona
De hecho, las sanciones de Estados Unidos contra Usmánov provocaron que el empresario dimitiera como presidente de la Federación Internacional de Esgrima (FIE). No obstante, el directivo tildó de "injusto" el castigo de la Administración estadounidense.
Sea como fuere, la intervención de su yate en Alemania llega después de que la nave visitara Barcelona. Ocurrió en 2018, 2020 y 2021, cuando el Dílbar atracó en Marina Port Vell, como explicó este medio.
Coloso
Antes de la invasión de Ucrania, la llegada del Dilbar, valorado en 545 millones de euros, se leía como una noticia positiva para la Ciudad Condal, por cuanto su impacto económico es notable. Ahora, no obstante, la agresión rusa en el estado europeo del este, y las sanciones económicas a empresarios rusos, han cambiado la percepción.
De hecho, hasta tres grandes naves pertenecientes a otros tantos ciudadanos con elevado poder adquisitivo reposan en el puerto de Barcelona, explicó Crónica Global. Ante ello, Marina Barcelona 92, el taller de reparación de grandes esloras que da servicio a estos vehículos, ha activado un plan de contingencia por si tiene que actuar contra los activos por orden de Estados Unidos o la Unión Europea.