Grifols registró al cierre de 2021 un beneficio de 182,2 millones de euros, que representa un descenso del 70,4% en relación con las cuentas de 2020. El resultado bruto de explotación (Ebitda) alcanzó los 503 millones de euros.

La farmacéuticase ha visto lastrada por la pandemia del coronavirus, que ha hecho que recortara de forma sustancial su capacidad abastecimiento de plasma, que constituye su principal línea de negocio.

Recorte de ingresos

Este factor se ha visto reflejado en la evolución de los ingresos, que han sufrido una disminución del 7,6% respecto al ejercicio anterior, para alcanzar los 4.933,1 millones de euros.

Las acciones de Grifols han reaccionado en bolsa con descensos en torno al punto porcentual, en una jornada de caídas masivas por las tensiones generadas por la invasión rusa de Ucrania.

Operación Biotest

Desde que empezaron los problemas de abastecimiento de plasma, Grifols ha dedicado muchos recursos a adquirir centros de donación de otras compañías y actualmente está inmersa en la compra de la alemana Biotest.

De hecho, Grifols destinó en 2021 a adquisiciones 520 millones, 394 de ellos a reforzar su acceso al plasma y los otros 126 millones relacionados con su capacidad de innovación, con apuestas por compañías como Alkahest y GigaGen.

Vuelta al crecimiento



Grifols prevé la vuelta al crecimiento y la mejora de su rentabilidad a medida que las donaciones de plasma se normalicen, asegura la compañía en un comunicado, y añade que espera que los ingresos y márgenes mejoren progresivamente a lo largo de 2022 respaldados por la diversidad geográfica y de productos, la fuerte demanda, un entorno favorable de precios y la disminución del coste por litro.