El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación asegura haber accedido a un informe interno de la empresa de telecomunicaciones Ericsson que demuestra que la compañía solicitó permiso a la organización terrorista Estado Islámico para trabajar en Irak.
En concreto, el Consorcio Internacional de Periodistas afirma que la empresa de telecomunicaciones pagó al grupo terrorista para mover equipos a áreas controladas por el ISIS a través de una ruta conocida como Speedway.
Decenas de millones de dólares
El Consorcio sostiene que la compañía sueca efectuó pagos sospechosos que ascenderían a decenas de millones de dólares para mantener su negocio en Irak mientras el país estaba controlado por milicias de ISIS. Entre estos pagos habría sobornos, viajes al extranjero para funcionarios de defensa y pagos a través de intermediarios a presuntos terroristas.
La investigación del Consorcio, que se ha publicado coincidiendo con la inauguración del Mobile World Congress, afirma que existe “un patrón de soborno y corrupción tan extendido, y la supervisión de la compañía tan débil, que millones de dólares en pagos no pudieron ser contabilizados, todo mientras Ericsson trabajaba para mantener y expandir redes celulares vitales en uno de los países más corruptos del mundo”.
Meses de investigación
En concreto, los que destaparon el escándalo de los Papeles de Panamá, sostienen que Ericsson habría efectuado contratos falsos, facturas infladas y pagos a “consultores” bajo pretextos “nebulosos” en Irak. Así lo demuestran en un informe que han hecho público a través de The Washington Post, SVT y otros 28 medios socios en 22 países como parte de un proyecto conocido como la Lista Ericsson.
Para la elaboración de este informe, los periodistas aseguran haber verificado la autenticidad de los papeles, que han analizado y revisado durante meses, junto a otros muchos documentos. Además, han entrevistado a exempleados, funcionarios gubernamentales, contratistas y otros expertos de la industria en varios países del mundo.
22 millones de emails
El informe elaborado por el Consorcio incluye 73 páginas de un documento compuesto por 79 sobre el negocio de la compañía en Irak, incluidas las 28 entrevistas a testigos y 22,5 millones de correos electrónicos.
A raíz de esta investigación, la compañía, que no quiso responder a las preguntas efectuadas por el Consorcio, se vio obligada a emitir un comunicado el pasado 15 de febrero en el que reconocía su “mala conducta relacionada con la corrupción” en Irak, así como posibles pagos a la organización terrorista ISIS. Este hecho, motivó el desplome de las acciones de la compañía.
La mala praxis más allá de Irak
Pero, el Consorcio va mucho más allá y dice que la mala praxis no se limita solo a Irak, sino que Ericsson tuvo conductas indebidas en Líbano, España, Portugal y Egipto. Además, en una hoja de cálculo refleja una presunta malversación de fondos por parte de los empleados en Angola, Azerbaiyán, Bahrein, Brasil, China, Croacia, Libia, Marruecos, Estados Unidos y Sudáfrica.
Asimismo, mantiene que mientras ISIS “saqueaba casas y decapitaba rehenes” en Irak, varios ejecutivos se negaron a detener sus operaciones en Mosul pese a la petición de dos empleados porque, según ellos, supondría la “destrucción del negocio”.
Uno de los empleados fue secuestrado
Por el contrario, la compañía solicitó el permiso de la “autoridad local de ISIS” para continuar operando en la ciudad de Mosul. Por estos hechos, los combatientes de la organización secuestraron a un jefe de tripulación junto a uno de los subcontratistas de Ericsson, por lo que el Consorcio acusa a la compañía de haber puesto en riesgo a sus empleados.