Celsa ha recuperado la producción previa a la pandemia al superar los 6,5 megatoneladas de acero en sus plantas europeas. Una cifra que se acerca mucho a los aproximadamente siete millones de toneladas que generaban sus factorías en los años anteriores a la llegada del Covid.
Según las cifras pendientes de auditoría publicadas hoy por la compañía, la fabricación de acero circular y de bajas emisiones se ha reactivado tras el parón de la pandemia. La actividad ha crecido en todos los sectores que consumen acero, lo que ha impulsado la recuperación de la industria metalúrgica.
Menos emisiones
La empresa acerera ha recordado que el coronavirus lastró "de forma excepcional" los resultados de 2020, una fase que da por superada. La firma ha recordado que su acero "es circular y producido con bajas emisiones, ya que se fabrica a partir de la chatarra férrica y en hornos de arco eléctrico".
Un sistema de producción "más sostenible" que el tradicional, ya que reduce en nueve veces las emisiones de dióxido de carbono respecto del sistema de producción en altos hornos. De esta forma, el acero circular y bajo en carbono ayuda reducir la huella de carbono del destinatario de los suministros.
Chatarra reciclada
En 2021, Celsa ha consumido más de 7,3 millones de toneladas de chatarra férrica en sus centros de producción para la producción de acero, con tal de reciclar la chatarra como materia prima. A su vez, el acero resultante es "reciclable infinitas veces", lo que permite avanzar hasta el objetivo de 100% de circularidad en el año 2025.
Según la compañía, más del 93% de la producción de acero se fabrica a partir del reciclaje de chatarra. En España, Celsa ha producido 3,6 millones de toneladas de acero en trenes de laminación, 1,1 millones en Polonia, un millón en Reino Unido, 625.000 toneladas en Francia y 538.000 toneladas en Noruega.