El proceso de transformación digital asumido por el sector económico de España llegó en 2020 al 22% del Producto Interior Bruto, una cifra que supone más de tres puntos de subida con respecto al año anterior. Esta es la conclusión central a la que llegó el estudio anual confeccionado por la Asociación Española de la Economía Digital (Adigital) y por la consultora Boston Consulting. Se trata de un incremento que es fruto, entre otras cosas, del escenario impuesto por la pandemia de la Covid-19.
En el documento se refleja cómo el descenso del 10,8% del PIB en 2020 fue clave para que el tejido empresarial decidiera buscar un cambio de rumbo que mejorase sus expectativas. En consecuencia, la digitalización se convirtió en la principal herramienta que ayudó a las empresas y autónomos a amortiguar la caída en un contexto como este. A partir de ahí, el teletrabajo y el refuerzo de los entornos digitales fueron clave para posicionar a este tipo de economías como el segundo sector, por detrás de la construcción, con mayor impacto en el PIB.
Queda mucho trabajo por delante
Aunque en este sentido el ritmo de transformación de las pymes españolas registró una crecida apabullante, lo cierto es que los datos siguen siendo insuficientes para estar a la altura de la media europea. Al respecto, la secretaria de Digitalización, Carme Artigas, ha dejado claro que el objetivo marcado para el próximo lustro es conseguir que la economía digital represente el 40% del PIB.
El ejemplo más evidente de esta proyección digital puede verse en el área de la restauración y la hostelería, donde el 42% de los negocios entendió que era necesario digitalizarse lo máximo posible. El sector incorporó e intensificó los servicios de pedidos a domicilio y mejoró sus competencias en materia de ciberseguridad y atención al cliente. De hecho, tomó como referencia a aquellas empresas que mejor han venido resolviendo en internet ese tipo de aspectos. Así, los modelos a seguir a la hora de reforzar la seguridad en las pasarelas de pago y la protección de los datos de los usuarios son las entidades bancarias en internet y las plataformas virtuales de juegos de azar, acostumbradas a realizar numerosas transacciones de dinero bajo los estándares de fiabilidad más avanzados. De hecho, la tecnología del mejor casino online España está integrada por elementos como el protocolo SSL, una herramienta que encripta la información bancaria y las contraseñas del cliente para que nadie tenga acceso a ellas. Para hacer esto posible, un sistema matemático se encarga de generar claves de 128 bit de tamaño que impiden a la piratería informática llegar a los datos más sensibles del usuario. Lo mismo ocurre con los bancos, que hacen uso de este protocolo para evitar que las cuentas corrientes queden expuestas al robo.
La mirada puesta en Europa
Estas y otras medidas de igual importancia son las que deben implantarse en los procesos de transformación digital para aumentar la productividad de la economía española. Artigas entiende que si las pymes continúan por esta senda podrían beneficiarse de un plus del rendimiento situado entre el 15 y el 25%. El panorama actual arroja un estado de forma que se encuentra todavía en fase de crecimiento. Así lo evidencia el hecho de que las empresas españolas sólo superan la media europea en cuatro de las nueve variables que conforman la consolidación digital. La innovación es una de las asignaturas pendientes en el territorio nacional, y es que tan sólo el 25% de las empresas de tamaño medio es capaz de crear productos nuevos. Esta cifra queda lejos del 46% que sirve de referencia media en Europa. Los mismo sucede con los procesos, que aquí son innovadores en un 34%, en contraposición a lo que marca el continente, que supera el 50%.
Desde Adigital recalcan la importancia de asegurar que los más de tres mil millones de euros provenientes de los fondos Next Generation para agilizar la transformación y que se aprovechen correctamente. El estudio concluye que para garantizar un horizonte real de cambio España debe marcarse una pauta de trabajo que ponga en valor todo su potencial y que ayude a alcanzar el 40% del PIB digitalizado en el año 2030.
Por su parte, la información expuesta por Boston Consulting pone de relieve que, dentro de trece años, en torno al 30% de los puestos de trabajo serán de carácter novedoso como consecuencia del avance de la robótica. La automatización se convertirá en una dinámica de gran repercusión empresarial.
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