La sorprendente operación de escisión anunciada por Naturgy este jueves se le ha atragantado de forma radical a la energética. Las acciones se han desplomado un 11,9%, su mayor caída en los últimos 23 meses, penalizada por las dudas generadas en el mercado por la operación y por la extrema volatilidad a la que está sometida el valor por su escaso capital flotante.
La jornada bursátil se ha saldado para Naturgy con un recorte de nada menos que 3.200 millones de euros en su capitalización. Los descensos se han incrementado de forma casi continua a lo largo de la sesión hasta cerrar en zona de mínimos intradía, al borde de perder la referencia de los 25 euros por título.
Euforia el jueves, dudas el viernes
La energética ha vivido su jornada más negra desde mediados de marzo de 2020, en plena debacle de los mercados mundiales por la extensión de la pandemia del coronavirus, cuando registró descensos cercanos al 17%.
Paradójicamente, el ‘proyecto Géminis’, como ha denominado Naturgy la operación con la que separará sus negocios en dos nuevas empresas cotizadas, fue recibido el jueves con notables alzas nada más ser anunciado, pocos minutos antes de que cerrara la sesión.
Efecto multiplicador
Sin embargo, la valoración más pausada de los analistas ha despertado numerosas dudas sobre los efectos de una operación destinada a potenciar la creación de valor y facilitar la entrada de nuevos inversores.
A Naturgy le ha vuelto a penalizar el escaso capital flotante con el que cuenta desde que se liquidó la opa de IFM, lo que expone al valor a una volatilidad extrema, de modo que los efectos de la presión vendedora se han multiplicado de forma exponencial.
Posible salida de accionistas
Algunas firmas de análisis han reaccionado a la noticia sobre la operación con una rebaja de recomendación sobre el valor mientras que otras han expresado sus dudas sobre el potencial que tendrá a la hora de crear valor para los accionistas.
Los inversores también consideran que la separación de los negocios liberalizados y regulados podría facilitar la salida parcial de algunos de los socios de referencia de la compañía, lo que podría derivar en una cierta inestabilidad para las dos sociedades que nacerán como resultado de esta separación y que está previsto que también coticen en bolsa.
Entorno bajista
Además, el entono de la jornada tampoco ha sido favorable a la empresa que preside Francisco Reynés. El Ibex 35 ha corregido el tono alcista de los últimos días y se ha dejado cerca de un 1%.
La posibilidad de que tanto los recortes de estímulos como las medidas contra la inflación por parte de la Reserva Federal de EEUU sean más firmes de lo previsto ha frenado el ímpetu de las compras y, de paso, impedido al selectivo asaltar la barrera de los 9.000 puntos que parecía a tiro.