La prórroga de seis meses decretada recientemente en la instrucción de la pieza separada del ‘caso Villarejo’ que afecta a BBVA ha caído a plomo en el seno de la entidad financiera debido al daño reputacional que le ocasiona, una circunstancia que, en este caso, no ha sido esquivada por el presidente del banco, Carlos Torres, quien ha criticado de forma velada esta decisión al considerar que el proceso se está alargando más de lo necesario.
“La instrucción se está extendiendo más de lo que sería deseable; esperemos que esta prórroga de seis meses sea ya la última”, ha apuntado el ejecutivo, que habitualmente no suele pronunciarse cuando le formulan preguntas a este respecto.
Suficiente las diligencias
Sin embargo, durante la rueda de prensa correspondiente a la presentación de los resultados de BBVA en 2021, Torres ha sido algo más explícito de lo acostumbrado al referirse a la causa que investiga los contratos de la entidad con Cenyt, la empresa controlada por el excomisario de policía José Manuel Villarejo.
“Esto ya es muy cansino; las diligencias que quedan se pueden hacer perfectamente en los seis meses adicionales de instrucción, por lo que esperamos que ya se termine”, ha manifestado de forma gráfica Torres quien, no obstante, ha reiterado la voluntad del banco de colaborar con la Justicia.
Satisfecho con las cuentas
“Nuestro respeto por las decisiones judiciales es máximo; pero la instrucción del caso se inició en 2018, estamos ya en 2022 y aun seguimos en este punto”, ha lamentado Torres, que en otras ocasiones se ha limitado a remitir a los periodistas a la web de la entidad financiera, en la que existe un apartado destinado a actualizar la información sobre el caso.
En relación con las cuentas de BBVA, Torres ha destacado el hecho de que el beneficio sea el mayor de los últimos diez años pese a contar con un perímetro reducido por la venta de su negocio en EEUU. Una operación que ha generado un exceso de capital, en el que también ha hecho hincapié.
Recompra de acciones
“Nuestra ratio de capital está muy por encima del mínimo exigido y también es superior a nuestro objetivo. Y eso que ya incluimos el consumo asociado al programa de recompra de acciones”.
Parte del remanente ha sido destinado por la entidad a adquirir un títulos propios por valor de 3.500 millones de euros como una forma complementaria de remunerar al accionista, además del dividendo en efectivo. BBVA prevé finalizar su ejecución al inicio del último trimestre de este año.
Oportunidad en México
Preguntado por la posibilidad de aprovechar esta posición para realizar operaciones corporativas, el presidente del banco se ha limitado a responder con el protocolario “estudiamos todas las opciones que nos llegan”, aunque sí ha señalado como pista que es más probable que el crecimiento inorgánico de la entidad llegue a través de inversiones en empresas tecnológicas, relacionadas con el ámbito fichtech, o con la implantación de negocios online en el exterior, como ha sido el caso de Italia.
En el entorno de las operaciones corporativas, una de las oportunidades más explícitas se da en México, uno de los mercados principales de BBVA por su posición de liderazgo. Ante la posibilidad de que Citi decida finalmente deshacerse de Banamex, su filial en el país, Torres ha preferido no hacer comentarios y se ha limitado a señalar que “ni esta ni otras posibles opciones nos va a distraer de lo nuestro en México, que es seguir creciendo y ampliando la distancia con nuestros rivales”.
Sin subidas de tipos
El presidente del BBVA también se ha referido a las iniciativas requeridas por el Gobierno para evitar que la transición hacia la digitalización de los servicios financieros provoque un proceso de exclusión para las personas mayores. En este sentido, Torres ha asegurado que la entidad “tiene muchas iniciativas para atender a todos los colectivos, no sólo los mayores, que puedan sentirse apartados por esta transformación”.
Por su parte, el consejero delegado, Onur Genç, ha explicado que los presupuestos de la entidad no contemplan una subida de tipos en la zona euro para este año, en línea con las intenciones manifestadas en reiteradas ocasiones por el Banco Central Europeo (BCE).
“Prevemos que el Euribor se mantenga más o menos en los mismos niveles que 2021”, en torno al -0,5%, ha precisado el ejecutivo, que también ha recalcado que una variación al alza de diez puntos básicos en el indicador se traduce en unos 70 millones de euros adicionales para el margen de intereses del banco.