BBVA logró en 2021 su mejor resultado recurrente de la última década con un beneficio de 5.069 millones de euros, que casi duplica al registrado el año anterior y supera en algo más de un 18% el de 2019, el año anterior a la pandemia.
Sin el efecto de los extraordinarios, el banco que preside Carlos Torres ganó 4.653 millones, lo que supone multiplicar por 3,6 los guarismos de 2020. En este capítulo, los 280 millones que la entidad se anotó como consecuencia de la venta de su negocio en EEUU fueron compensados por los costes asociados al ajuste de plantilla en España, que se fueron hasta 696 millones de euros.
Casi el doble de rentabilidad
La entidad mantuvo un elevado ratio de capital al cierre del año, con un CET1 fully loaded del 12,75%, 75 puntos básicos por encima de la parte alta del rango objetivo y con un colchón de algo más de 400 puntos básicos sobre el mínimo exigido.
Por su parte, la rentabilidad sobre activos tangibles (ROTE) se situó en el 12%, casi el doble que en 2020 y 2,7 puntos por encima del año prepandemia.
Un pay-out del 44%
Además, la entidad ha anunciado que pondrá en marcha un segundo tramo de recompra de acciones, tal y como estaba previsto, con el que totalizará la adquisición de un 9,6% del capital, junto con el primer tramo que aún está en marcha. Esta segunda fase culminará no más tarde de octubre de 2022.
El consejo de BBVA también ha acordado el reparto de un dividendo complementario de 23 céntimos de euro por acción con cargo a los resultados de 2021, que se distribuirá entre los accionistas el próximo mes de abril.
Margen neto a doble dígito
BBVA consiguió una evolución del margen neto a doble dígito (10,8%) gracias al incremento tanto del margen de intereses (+6,1%) y, sobre todo, de las comisiones, cuyo crecimiento se fue por encima del 19%. En conjunto, los ingresos recurrentes subieron un 9,1% en el conjunto del ejercicio.
No obstante, los márgenes se sitúan aún algo por debajo de los registrados en el año anterior a la pandemia, con excepción del margen neto, que fue un 1,5% más elevado.
Morosidad estable
El banco destaca en un comunicado la evolución del coste del riesgo, que descendió hasta el 0,93%, frente al 1,55% que marcó en 2020, visiblemente afectado por la crisis del coronavirus.
En relación con esta variable, la tasa de morosidad se redujo 10 puntos básicos para cerrar el año en el 4,1%, con una tasa de cobertura del 75%.
Reacción negativa en bolsa
Pese a la buena imagen de los resultados, la cotización de BBVA registra descensos superiores al 3% en los primeros minutos de la sesión bursátil, lo que contrasta con el tono plano del Ibex 35, que se mueve en cotizaciones muy similares a las del cierre del miércoles.
El castigo a la entidad por parte de los inversores podría estar relacionado con las cifras de la economía turca conocidas en las últimas horas, que reflejan una inflación desbocada, con un incremento interanual en enero del 46,7%, el mayor de las últimas dos décadas. Una circunstancia contraria a los intereses de BBVA en el país otomano, uno de sus principales mercados por su exposición a la filial Garanti.