BBVA ha dado el pistoletazo de salida a las emisiones de deuda corporativa en 2022 al colocar deuda senior no preferente en el mercado mayorista por valor de 1.000 millones de euros.

La entidad que preside Carlos Torres ha llevado a cabo la operación a través de una emisión de bonos con vencimiento a siete años, que incorporan la posibilidad de amortización anticipada a partir del sexto, algo que el banco introduce por primera vez en una de sus emisiones.

Cumplir con el BCE

Los bonos han tenido una buena acogida en el mercado como prueba el hecho de que la demanda ha duplicado la oferta, lo que ha permitido a BBVA abaratar el precio de la emisión en 23 puntos básicos, de forma que ha podido cerrarla en un diferencial ‘midswap’ más 82 puntos básicos.

El plan de financiación del banco para el año que acaba de comenzar contempla emisiones de deuda de entre 2.000 y 3.000 millones de euros con el objetivo de cumplir con el requerimiento MREL exigido por el Banco Central Europeo (BCE).

Cubrir vencimientos

La presente emisión hará posible que BBVA diversifique sus vencimientos y además sea capaz de reemplazar los instrumentos emitidos que entran este año en su último año de vida, de acuerdo con una nota emitida por el banco.

En esta operación, BBVA ha actuado como uno de los colocadores y también ha contado con la participación para este desempeño de IMI-Intesa Sanpaolo, Natixis, NatWest Markets, Nomura y Société Générale.