El célebre maquillaje de fin de año que suelen protagonizar los mercados bursátiles ha hecho salvar los muebles al Ibex 35, que ha culminado este jueves su andadura por 2021 (el último día del año no hay sesión) con un avance global del 7,9%, cuando hace apenas dos semanas se movía muy próximo a las cotas de cierre de 2020. No obstante, el indicador de la bolsa española ha vuelto a ser el más rezagado entre los principales índices europeos y, además, el único que presenta un balance negativo en el conjunto de los dos últimos años, marcados por la pandemia.
Con ser una buena noticia, el rebote protagonizado por el selectivo español ha sido de baja intensidad en comparación con el de índices de su entorno, como el CAC-40 de París, que se ha revalorizado cuatro veces más (por encima del 29%); el AEX de Ámsterdam (+28%). y el MIB 30 milanés (+23%).
Descenso a contracorriente
Y todo ello pese a que el Ibex venía de ser el más castigado en 2020, con descensos próximos al 15% mientras que el resto de sus comparables del Viejo Continente se repusieron del fuerte impacto inicial del Covid-19 y cerraron el ejercicio en positivo.
De ahí que dos años consecutivos como la peor bolsa entre las principales del mundo hayan dejado como consecuencia que el Ibex 35 es el único indicador que arroja pérdidas en el bienio del coronavirus. Un descenso de algo más del 8%, que contrasta con los avances de Milán (+17,5%), Fráncfort y París (+19%) y Ámsterdam (+35,5%) en este mismo periodo.
Pandemia y escenario macro
Fuera de plano queda Wall Street, especialmente en lo que se refiere al mercado tecnológico Nasdaq. Su índice Composite se ha apuntado un avance global en el bienio de la pandemia superior al 72%; mientras, el S&P 500 ha escalado el 48,5%. Por supuesto, ambos cotizan en máximos históricos.
Las diferentes oleadas del virus han marcado el camino de los mercados y el Ibex no ha sido una excepción, aunque su comportamiento también se ha visto condicionado por la revisión a la baja de las previsiones de crecimiento de la economía para 2021 y 2022 por parte de los organismos internacionales, así como por el retraso en la llegada de los fondos europeos, que finalmente no ha supuesto ni la mitad de lo previsto.
De más a menos
La primera parte del año fue la de mayor optimismo debido a la rápida ejecución de la campaña de vacunación, que hizo pensar en una temporada de verano de vuelta prácticamente a la normalidad. Antes del ecuador de 2021, el Ibex alcanzó su máximo anual, por encima de 9.300 puntos, poco más de un 7% por debajo de las cotas que registraba antes del hundimiento de las bolsas en febrero de 2020.
Sin embargo, la oleada del verano y, sobre todo, la aparición de la variante ómicron han enterrado toda esperanza de una reacción vigorosa. De nuevo, la bolsa vuelve a ejercer de indicador adelantado de la evolución económica, dado que las estimaciones de organismos como el Fondo Monetario Internacional y la OCDE sitúan a España como la economía desarrollada que más tarde recuperará sus cifras anteriores a la pandemia. Exactamente, lo que está sucediendo con la bolsa.
Fluidra y... Rovi
En cuanto a los valores, Fluidra ha concluido el año como el mejor del Ibex, con una revalorización del 70%, seguido de cerca por Banco Sabadell (+67,1%). Por encima de ellos estuvo Laboratorios Rovi, que se ha anotado subidas del 96%, aunque apenas lleva 10 días como componente del selectivo.
También han sido destacables lo desempeños de Naturgy, que ha recuperado cerca de un 58% en el año de la opa de IFM, e Indra, con avances del 36,3%.
Cal y arena para la banca
En un discreto segundo plano, la banca ha mejorado su actuación de 2020 aunque finalmente sus avances han sido moderados, algo más de un 18% para Santander y del 16% para Caixabank; y de casi un 7% para Bankinter (hecha la excepción ya citada del Sabadell y de BBVA, que escala un 30% pese al castigo recibido en la parte final del año debido a su firme apuesta por Turquía, país sumido en una fuerte crisis que está devaluando su moneda hasta cotas históricamente reducidas como consecuencia de las bruscas bajadas de tipos decretadas por el Gobierno local).
Tan solo nueve valores del selectivo han finalizado el año en negativo, con especial incidencia en el sector energético, afectado por la espiral inflacionista de los precios de la electricidad y de las materias primas, que han elevado a cotas históricas las tensiones en estos mercados.
Energía, la peor parada
De hecho, cuatro de esos nueve títulos que cierran 2021 en rojo pertenecen a este ámbito y un quinto, en el caso de ACS, cuenta con numerosos intereses en las renovables.
Endesa e Iberdrola se han depreciado un 1,5% y un 7,4%, respectivamente, aunque peor les ha ido a Siemens Gamesa, que protagoniza la mayor caída anual del índice (-36,3%), y a Solaria (-27,5%).