Fede Sardà es el propietario de una de las salas musicales más emblemáticas de Barcelona: Luz de Gas. Por su escenario han pasado artistas como Charlie Watts o Josep Carreras. Ahora atraviesa por un mal momento, como todo el sector, porque el Govern ha decretado su cierre por el aumento de la sexta ola de Covid. Sardà critica a la Generalitat por poner el foco en el ocio nocturno y le reclama ayudas para salir de esta.

--Pregunta: El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha avalado el cierre del ocio nocturno. ¿Cómo lo valora?

--Respuesta: Los palos siempre van al ocio nocturno. Hace dos años que tenemos pandemia y, lo que me gustaría, es que hubiese planificación. Es decir, no soy ni político ni médico, pero considero que tengo sentido común. Cuando Dinamarca era nuestro espejo porque teníamos los mismos números y empezó a subir los datos de las Ucis, la situación ya se veía venir. Si hace un mes y medio hubiésemos cerrado siete días todos –también colegios, donde ha habido un foco importante--, entonces ahora pasaríamos las navidades un poco más tranquilas. Pero no: ha sido a última hora, de golpe, y en la última semana del año, que es cuando la restauración y el ocio nocturno podíamos recuperarnos de los 19 meses que estuvimos cerrados. “Somos valientes”, dicen. ¿Valientes es pegarle un palo al ocio nocturno? Eso no es valentía, eso es cobardía.  

 
 
Fede Sardà durante la entrevista con Crónica Global / LENA PRIETO (CG)

--¿Por qué cree que el Govern pone el foco en el ocio nocturno?

--Supongo que somos el lobby más fácil y los que menos nos quejamos. Además, lo hemos hecho bien: hemos pedido el pasaporte Covid, implacables a todo el mundo y con el carné de identidad, por si se lo pasaban de uno a otro; tenemos una ventilación brutal y hemos estado luchando con las mascarillas. La gente que entra aquí tiene la pauta completa, no ha habido contagios. Además, un 80% de las personas de la uci es gente no vacunada y, el otro 20%, es gente que ya tenía patologías anteriormente.

--¿El ocio nocturno plantea recurrir la decisión del TSJC?

--Sí, es la patronal la que lo hará, porque siempre padecemos los mismos. Además, la gente tiene que ir al ERTE. Eso supone volver a hacer todos los trámites de nuevo, que salgan en el BOE, que cobren estos diez días... Mis colaboradores seguro que cobrarán a mediados de febrero y no se puede jugar con el hambre de la gente. Somos 36.000 personas. Todo el entramado cultural se va al garete.

--¿En Luz de Gas cuántos trabajadores se verán afectados?

--Aquí somos 70 y, si hablamos de músicos también, somos 120. Estarán en el ERTE porque no les puedo ayudar. La primera vez que se cerró en marzo, a parte del ERTE, yo les daba el 25% de su sueldo hasta agosto. Pero luego no pude más, y ahora tampoco puedo porque estamos viviendo de ayudas ICO, que tenemos que pagarlas ahora en marzo.

--¿Han recibido ayudas?

--Hemos recibido subvenciones por la música en vivo, la cultura y como discoteca. Pero estas ayudas, por importantes que sean, en 19 meses quedan diluidas y ahora es el momento en que necesitamos ayudas sí o sí. Es una reivindicación que le hacemos llegar al Govern.

Fede Sardà, propietario de Luz de Gas, durante la entrevista con Crónica Global / LENA PRIETO (CG)

--Empiezan a conocerse algunas fiestas ilegales de cara a fin de año. ¿Qué piensa?

--Yo no puedo hacer nada, pero si tuviese 20 años, lo haría, aunque fuera ilegal. Si no me dejan ninguna otra opción... No puedo decir que sea bueno, pero pasará. Aquí los tenemos controlados, pero de la otra manera no habrá control por ningún lado. Por eso, el toque de queda no es para que los restaurantes cierren, sino para que la gente no salga a la calle en fin de año.

--¿Durante otras etapas de cierre habéis hecho otros acontecimientos?

--Yo no he abierto hasta hace un mes y medio, pero sí que hacíamos conciertos para la fundación Pare Manel o para el maltrato a las mujeres. Poníamos sillas con espacio entre ellas. Siempre ha habido algo de subvención para hacer eso, porque si no, es imposible.

--¿Lo habéis hecho como una alternativa para sobrevivir?

--No, porque no ganábamos nada. Lo hemos hecho para sobrevivir el alma y el cerebro, para poder escuchar música en vivo. Lo hacíamos porque la cultura es alimento del alma.

--Si esta sala hubiese estado en otra comunidad autónoma, ¿cree que el ocio nocturno estaría igual de perjudicado?

--En otros lugares de España, de momento, no cierran. Aquí nos hemos adelantado, pero eso supone un atraso. Esto tendría que haber pasado hace un mes.

--¿Cómo ve el futuro del ocio nocturno?

Lo veo fantástico, porque hemos trabajado fantásticamente, pero siempre que nos dejen abrir y trabajar.

--¿Hasta cuándo prevé que pueda prolongarse esta situación?

--Si han dicho quince días, nosotros contamos dos meses, porque no nos hacen ni caso.

--¿Qué opina sobre que se celebren cabalgatas de Reyes o que haya otros sectores que no tienen nuevas restricciones?

--Yo no me quejo. Es decir, a mí me cierran por un bien común, pero cuantas más cosas abran, mejor. Yo no quiero que todo el mundo cierre. Eso sí: cuando vean que la infección sube más, verán que nosotros no tenemos la culpa.

--¿Se ha planteado alguna vez tirar la toalla?

--Nunca tiraré la toalla. Primero porque no tengo un patrimonio y necesito trabajar para vivir. Segundo, porque esto es mi vida: 27 años, 12.500 conciertos, 2.500 veces hemos donado la sala a ONG, ha pasado por aquí Charlie Watts tres días seguidos y cantantes como Carreras. ¿Cómo voy a tirar la toalla ante de todo esto?

--¿Qué opina sobre los bares sin licencia musical que ejercen de discotecas?

-- Sí que había algunos que, mientras nosotros estábamos cerrados o abríamos hasta las dos, hacían de discoteca. Hecha la ley, hecha la trampa. Lo que pasa que, si pones unas normas, tienes que hacerlas cumplir. Si no puedes hacerlas cumplir, ¿para qué las pones?

--Esta sala abrió en 1995. ¿Qué cambios ha notado en el sector del ocio nocturno desde entonces?

Ha evolucionado perfectamente. Es una sala en la que hacemos dos conciertos al día. Por tanto, la gente se ha ido modernizando a través de los conciertos también. Yo no soy psicólogo, pero veo que las personas están igual que en el año 95: la misma edad, algunos se han ido y otros vienen.

Fede Sardà, propietario de Luz de Gas / LENA PRIETO (CG)

--¿Qué tenían previsto para despedir el año?

--Venían a tocar los Big Mouthers. Lo bueno es que no vendemos entradas anticipadas, así que no hemos tenido que devolver nada. Me gusta ver a la persona cuando viene aquí y saber si tiene el certificado Covid, etcétera. Gestionar esto es más difícil cuando te vienen con una entrada en la mano. Así nos quedamos tranquilos.

--¿Cómo ve la ciudad de Barcelona?

--Eso sí que ha cambiado desde 1995. El domingo hacíamos ópera y llenábamos. Ahora ves la ciudad de Barcelona lunes, martes y miércoles como un cementerio. Antes esto no pasaba. Además, no hay turistas por la pandemia. No pasa nadie por la noche por la calle.

--¿Por qué ha cambiado tanto?

--Por la crisis. La gente guarda el dinero y, lo poco que hay, lo gasta jueves, viernes y sábado.

--¿Cree que hay inseguridad en Barcelona?

--No. Supongo que como en cualquier ciudad cosmopolita en según qué zonas. Pero donde estamos nosotros, ninguna.

--La última polémica que ha protagonizado el ayuntamiento es con el Primavera Sound. Desde el festival amenazaron con irse a otra ciudad…

--Cada uno tendrá parte de razón, lo que pasa que yo, por mucho que me pelee con el ayuntamiento, no me voy de Barcelona. Soy de Barcelona y aquí me quedo.