La mayor implantación del teletrabajo en los últimos años, impulsado por la pandemia de coronavirus entre otros factores, ha reducido los desplazamientos de los empleados para acudir al centro laboral. Esta transformación ha provocado una reducción en las emisiones contaminantes derivadas del transporte que en Aigües de Barcelona alcanza un 39%, según estimaciones de la propia compañía.
Los trabajadores de la empresa tienen dos días de jornada presencial y otros tres de teletrabajo en su semana laboral. Algo que permite ahorrar, al cabo de un año, el dióxido de carbono que absorberían 870 árboles, según ha explicado la firma en un comunicado.
Mejor para la salud
Según Aigües de Barcelona, el teletrabajo permite, además de reducir la huella de carbono, mejorar la conciliación y el bienestar de la plantilla. De este modo, “el teletrabajo se convierte en una herramienta que contribuye a la mejora de la salud del planeta y de las personas”, ha asegurado la compañía.
La empresa ha recordado que ya introdujo un día de teletrabajo por semana con anterioridad a la pandemia a causa de su cultura corporativa con respecto a la transición ecológica para combatir la emergencia climática.
Desarrollo sostenible
Después del pasado verano, la dirección decidió ampliar la opción de teletrabajo a los tres días por semana, lo que permite, en el caso de que todos los empleados consuman todos los días disponibles, emitir a la atmósfera 430 toneladas menos de dióxido de carbono.
El director general de Aigües de Barcelona, Rubén Ruiz, ha señalado que este cambio contribuye “a la consecución de algunos de los compromisos establecidos en la Agenda 2030, reforzando la salud laboral que promueve el tercer objetivo de desarrollo sostenible, fomentando las ciudades y comunidades sostenibles dentro del ODS 11 y la acción climática, foco del ODS 13”.