Javier Quiñones (Ikea): "La sostenibilidad debe formar parte del ADN de las compañías"

La sostenibilidad no solo es una obligación para las empresas, sino que es una concepción distinta e integral de la actividad empresarial. Además, ni es ruinosa ni menoscaba el bolsillo de los consumidores. Así lo ha defendido el consejero delegado y jefe de sostenibilidad de la filial de Ikea en EEUU, Javier Quiñones, en un coloquio virtual organizado por el centro universitario de diseño EINA. "La sostenibilidad debe formar parte del ADN de las compañías", ha declarado el directivo.

El ejecutivo ha participado junto a Lucas Carné, cofundador de 011h y de Privalia, y Laëtitia Boucher, responsable de sostenibilidad en el sur de Europa en Interface. Todos los ponentes han defendido la posibilidad de conjugar respeto al medio ambiente con rentabilidad, y han destacado los beneficios que una política orientada hacia las emisiones cero tiene tanto para los socios como para los clientes.

Políticas concretas

Quiñones ha abierto la conversación recordando algunas de las actuaciones emprendidas por el gigante de la distribución para cumplir sus obligaciones de sostenibilidad y circularidad. En 2030, Ikea quiere ser neutral en emisiones de CO2 y ser un negocio 100% circular. Para ello, la compañía ha desarrollado la estrategia People and Planet (Personas y Planeta) que incluye acciones concretas como la potenciación de las energías verdes o del reaprovechamiento de los muebles usados.

En concreto, el directivo ha mencionado las dos plantas solares y los dos parques eólicos que la corporación posee en EEUU, así como las cubiertas fotovoltaicas en el 90% de los edificios del grupo en el país. A estos se suman, además, siete párkings que ya cuentan con placas solares en las cubiertas de sus estacionamientos y la renovación de su flota con vehículos eléctricos. "Ha sido un viaje muy largo que puede parecer apabullante, pero es importante que cada negocio asuma su responsabilidad para poner el foco en la sostenibilidad", ha reivindicado.

Verde... y rentable

Una orientación que no tiene por qué ir reñida con los beneficios. "Ikea creció un 6,5% en 2019, a la vez que redujo un 4,5% su huella de carbono. Hay quien piensa que el crecimiento está conectado con una mayor huella de carbono, pero no es así", ha observado.

Y aunque lo fuera, Quiñones ha aseverado que debería obrarse así en pos de un bien mayor: "Hay muchas medidas de sostenibilidad que tendrán un retorno en la inversión, pero otras que se deben tomar porque es lo correcto".

Más allá de las emisiones cero

Incluso hay compañías que han dado un paso más. El fabricante internacional de pavimentos no solo busca dejar a cero su impacto ambiental, sino retornar un beneficio superior a su consumo de energía, agua y materias primas.

Así lo ha explicado Boucher, quien ha detallado el esfuerzo inversor de la multinacional por lograr que en 2040 sus efectos sobre el entorno sean negativos. "Hemos creado nuestras primeras alfombras negativas en CO2, que absorben más dióxido de carbono del que liberan en su producción. Esto es posible si se controla la cadena de suministro y de fabricación y se usa materiales biológicos", ha afirmado.

También en la construcción

Por último, Carné ha presentado la propuesta de 011h, la constructora sostenible fundada por los impulsores del marketplace de moda. El emprendedor ha desmontado otro mito vinculado con la sostenibilidad: las empresas respetuosas con el medio ambiente generan bienes y servicios más caros para los consumidores.

"No es así", ha declarado el empresario. El control a través de una plataforma digital sobre todos los procesos productivos, sumado a un modelo industrial de construcción, permite a 011h mantener un precio de mercado respecto a los competidores menos concienciados.