La recuperación económica ha llegado al tejido empresarial, aunque por ahora su alcance es todavía limitado, especialmente para las compañías pequeñas y medianas. Uno de los principales desafíos al que se enfrentan las pymes en este proceso es la falta de disponibilidad de crédito, según han advertido en sendos comunicados la patronal Cepyme y la plataforma de financiación Kreedit.
La economía española cerró el mes de septiembre con cerca de 39.700 empresas menos que antes de la crisis con datos desestacionalizados y comparados con 2019, año no afectado por la pandemia del Covid, según un informe de Cepyme publicado este miércoles. De esta forma, hasta septiembre solo se ha recuperado un 83% de la caída en el número de empresas experimentada desde la llegada del coronavirus y ello en un contexto en el que la recuperación de las empresas "se está ralentizando" por el menor dinamismo de la actividad y la crisis energética y de materias primas.
Menos empleo
La patronal española de la pequeña y la mediana empresa también ha alertado hoy de que pese al fuerte incremento de la ocupación en el tercer trimestre, todavía no se han recuperado en el sector privado los puestos de trabajo previos a la pandemia, con 99.000 empleados menos. En cuanto a los créditos, las nuevas operaciones alcanzaron los 146.860 millones de euros en el primer semestre de 2021, el nivel más bajo para este periodo desde que se comenzaron a publicar datos en el año 2010, según los datos analizados por la confederación.
La patronal considera que la escasez de crédito dificultará la recuperación de las compañías: “Las empresas españolas afrontan un escenario de restricción crediticia preocupante para los próximos meses, especialmente por la situación en la que se encuentran muchas empresas tras la pandemia", ha apuntado.
Riesgo de impago
Jordi Solé, socio y director ejecutivo de Kreedit, ha atribuido el menor acceso al crédito al hecho de que “los bancos no aprecian capacidad de devolución y, por tanto, no están predispuestos a conceder nuevo crédito ante un escenario de incremento de los impagos”. Sin embargo, admite que los datos no son ninguna sorpresa, “puesto que en el año anterior la concesión de crédito fue elevadísima como consecuencia de los préstamos ICO”.
De hecho, también se ha detectado una menor demanda de financiación por parte de las propias pymes, que “no se atreven a ello, al apreciar todavía mucha incertidumbre”. Según el consultor financiero, “el nuevo crédito que en estos momentos piden las pymes no es para financiar el circulante, ni inversiones, sino que es para cubrir las pérdidas provocadas por la pandemia o para repagar los otros préstamos que las empresas ya tienen”.