IFM ha fracasado en sus planes de hacerse con un porcentaje del capital de Naturgy que le permitiera mirar de tú a tú a los tres principales accionistas de la energética. La opa parcial dirigida al 22,7% de la compañía ha concluido con una aceptación del 10,83% de los títulos de la empresa, que serán finalmente adquiridos por el fondo tras renunciar a la condición de lograr un mínimo del 17% para considerar exitosa la operación.
En concreto, la oferta ha sido aceptada por 105,021 millones de acciones de Naturgy, conforme a los resultados que ha publicado este jueves la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La cifra supone un 47,74% de los títulos a los que iba dirigida la oferta y poco más de un tercio de las acciones que fluctúan libremente en el mercado y que, por lo tanto, estaban en disposición de participar en el proceso.
Máxima expectación
El mercado aguardaba con expectación la resolución de la oferta desde que el pasado viernes se cerrase el plazo de aceptación de un mes dictaminado por IFM y autorizado por la CNMV, ya que el futuro de la compañía, especialmente en lo que se refiere a su condición de empresa cotizada, depende mucho de este proceso.
El fondo australiano anunció la oferta a finales del pasado enero y apenas dos semanas después ya presentó la documentación para el lanzamiento formal de la misma, que no tardó en ser admitida a trámite por el supervisor.
El Gobierno apuró los plazos
La circunstancia que más ha dilatado la operación ha sido la necesidad de que el Gobierno diera su visto bueno al tratarse de una adquisición por parte de un inversores de fuera de la Unión Europea de una participación superior al 10% de una compañía perteneciente a un sector estratégico.
El Consejo de Ministros apuró al máximo el plazo inicial de seis meses que la concede la normativa para pronunciarse y lo hizo en sentido afirmativo aunque con condiciones para asegurar aspectos relacionados con la seguridad del suministro energético, las inversiones y el empleo, así como su condición de empresa cotizada.
Rechazo de los grandes accionistas
La incertidumbre en torno al resultado de la operación ha ido en incremento con el paso de los meses. Desde el primer anuncio, el mercado conoce la negativa de los fondos GIP y Rioja (que suman algo más de un 40% del capital) a acudir a la oferta, mientras que Criteria, primer socio de la energética, se pronunció en el mismo sentido a mediados de mayo.
Sin embargo, la sociedad de participadas de La Caixa también anunció su intención de elevar su peso en el capital hasta el límite del 30%, desde el 24,7% que en aquel momento poseía.
Estrechar el margen
De inmediato dio inicio a la adquisición de títulos de la energética, que tan sólo ha interrumpido durante algunas semanas durante el verano, a la espera de la aprobación del folleto de la oferta por parte de la CNMV.
Precisamente, uno de los objetivos de Criteria ha sido estrechar el margen de aceptación de la opa, lo que ha hecho aún más difícil alcanzar el mínimo del 17% al que estaba condicionada la operación.