Los Carulla operaron en Panamá y Luxemburgo

Los Papeles de Pandora salpican a más nombres ilustres, en este caso del empresariado catalán.  Los Carulla, dueños de Agrolimen y Gallina Blanca, operaron mediante una sociedad radicada en Panamá dos cuentas bancarias en Luxemburgo. 

Lo han avanzado El País, precisando que la saga empresarial nacionalista usó un trust en el estado centroamericano, un paraíso fiscal según la Unión Europea, para tejer parte de su conglomerado offshore, que se ramificó al país centroeuropeo, Antillas holandesas e Íslas Vírgenes británicas. 

Jordi Carulla, implicado

La documentación apunta a que fue Jordi Carulla, hermano de Artur Carulla, expresidente de Agrolimen, el que trató con la estructura financiera allende las fronteras. Concretamente, la familia usó los servicios de Trident Trust, una empresa panameña, para hacer gestiones con las empresas offshore Galnor LTD (Ísls Vírgenes) y Nevelpark (Antillas holandesas). 

Concretamente, la sociedad panameña emitió poderes que autorizaron a Jordi Carulla y a sus hijos como signatarios de dos cuentas bancarias en Luxemburgo, una para cada sociedad. Se abrieron en los bancos Crédit Lyonnais (Galnor) y Crédit Agricola (Nevelpark). Fue en 2011. 

Movimientos entre depósitos

Pese a que regularizaron su situación con Hacienda en 2014, zanjando un caso judicial por fraude fiscal, la familia continuó operando fuera de España. Según la documentación de los Papeles de Pandora, las dos cuentas de los Carulla en Luxemburgo registraron al menos un movimiento interno de 1,2 millones de euros en 2016. 

Antes de ello, una filial de Crédit Agricole advirtió a los directores de que dejaría de administrar cuentas de compañías radicadas en paraísos fiscales. 

Grifols, también citados

Además de los Carulla, los Papeles de Pandora citan también a otra célebre familia de empresarios catalanes: los Grifols. La documentación del bufete Alcogal aflora sociedad offshore en la que figuran como accionistas Victor Grifols Roura, Raimón Grifols Roura y Tomás Dagá Gelabert, máximos cargos de los laboratorio que lleva el nombre familiar. 

La mercantil estaba radicada en las Íslas Vírgenes Británicas y tenía una participación en otra compañía de las Antillas Holandesas. Ambas sociedades se trasladaron a Holanda en 2015. Un portavoz de la familia ha justificado que eran compañías para "canalizar inversiones" y que todas las empresas están fiscalizadas por la Hacienda española.