La comisión de reindustrialización de la fábrica de Bosch en Castellet i la Gornal (Barcelona) ha ampliado el calendario de negociaciones para evitar el cierre definitivo de las instalaciones. De esta forma, la mesa tripartita se da más tiempo para cerrar el traspaso del centro productivo del Alto Panadés, tal y como había reclamado el comité durante el último mes.
En un comunicado conjunto, los sindicatos, la dirección y la Generalitat han comunicado la flexibilización de la denominada "fecha de no retorno" más allá del 30 de septiembre. Fuentes sindicales consultadas por Crónica Global han concretado que el nuevo plazo límite se extendería hasta mediados de octubre.
Cierre anunciado
Esta prórroga tiene por objetivo que, durante las próximas semanas, se vuelva a presentar una propuesta que se acerque en términos económicos y de ocupación a las cifras objetivo. Además, este tiempo extra permitirá perfilar otras dos iniciativas más avanzadas.
El comité de empresa se reunirá el próximo miércoles 29 para valorar el avance de las negociaciones. El pasado febrero, Bosch informó a su plantilla que preparaba el cierre de su planta en Lliçà d’Amunt (Vallès Oriental), clausura que se sumó a la del activo de Castellet i la Gornal anunciado en septiembre de 2020.
300 trabajadores afectados
Respecto al centro de Lliçà, el cierre de las instalaciones se fijó tras una intensa negociación para el 30 de junio de 2022. Asimismo, se pactó un programa de recolocaciones y un plan de bajas incentivadas para la plantilla.
En Castellet, la multinacional alemana también emplea a unos 300 trabajadores, pese a que hace una década la plantilla total ascendía a 1.200 efectivos. La factoría se dedica, principalmente, a la fabricación de componentes para el sector de la automoción, concretamente motores de los limpiaparabrisas delanteros y traseros; según especifica la propia firma en su página web.