Grifols ha puesto en marcha una gran emisión de deuda por valor de 2.000 millones de euros para la financiación de la compra de la alemana Biotest, que la biofarmacéutica anunció hace 10 días.
La operación incluirá el formato de bonos sénior no garantizados, que se emitirán en euros y también en dólares y contarán con un vencimiento a siete años. Según ha informado la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), se prevé que la emisión quede cerrada el próximo 7 de octubre.
Próxima opa
Para articular la citada compra, Grifols se hará con la mayoría del capital de Tiancheng, que es la matriz de Biotest, y asumirá además determinados préstamos intragrupo que están pendientes de amortizar.
Toda vez que Tiancheng cuenta con algo más de un 89% de las acciones de Biotest, Grifols procederá a lanzar una opa para hacerse con los títulos de la empresa alemana que quedarían fuera de su control.
Objetivo, reducir la deuda
Estas operaciones concatenadas se financiarán con los ingresos procedentes de la emisión de bonos, cuyos detalles ha descrito Grifols al supervisor este lunes.
En su día, la empresa señaló que tras la operación, que quedará pendiente de recibir las correspondientes y preceptivas autorizaciones, se marcaría como objetivo prioritario la reducción de su endeudamiento hasta alcanzar el objetivo de reducir la ratio deuda/Ebitda por debajo de cuatro veces. En la actualidad, esta variable se encuentra en 4,9 veces.
Sin dividendos
El compromiso de Grifols, relacionado también con el mantenimiento de sus calificaciones crediticias, incluye la premisa de no repartir dividendos entre sus accionistas hasta no haber alcanzado la citada meta.
Las acciones de la compañía han iniciado la semana con un leve avance, en línea con el tono mostrado por el Ibex 35. En lo que va de año, Grifols acumula un retroceso próximo al 8%.