El Gremio de Restauración de Barcelona ha celebrado la ampliación horaria que entrará en vigor la noche jueves al viernes en Cataluña, que permitirá a bares y restaurantes cerrar a la una de la madrugada, en lugar de a las 00.30 horas. Sin embargo, también ha criticado que el cambio quede limitado a media hora, una medida que ve "insuficiente".
"Si bien cualquier avance, por pequeño que sea, es bienvenido, llega tarde y no es lo que esperaba el sector", ha asegurado Roger Pallarols, el director de este gremio en un comunicado. Esta entidad considera que, una vez más, Cataluña es la comunidad que mantiene durante más tiempo las restricciones y apunta que esta ampliación de horarios no es fruto del diálogo con el sector.
Una decisión "incoherente"
Asimismo, el Gremio ve "incoherente" que bares y restaurantes cierren a la una y que las discotecas y salas de fiesta, "temporalmente reconvertidas en establecimientos de restauración, con clientes sentados y sin bailar, alarguen la apertura hasta las tres de la madrugada".
Los restauradores de Barcelona creen que a las puertas de unas fiestas "masivas" como las de la Mercé, las de la capital catalana, tendría "todo el sentido del mundo" permitir a bares y restaurantes recuperar su horario habitual, hasta las tres los fines de semana y vigilias de festivos.
Combatir los botellones
La propuesta del sector "permitiría que bares y restaurantes absorbiesen parte de la demanda que inevitablemente se producirá", ha asegurado el director. "El Govern debería activar todos los mecanismos posibles para reducir los macrobotellones", ha reclamado.
"Viendo que los diferentes indicadores pandémicos evolucionan en positivo, no hay motivos para que la restauración no recupere su horario ordinario", ha señalado Pallarols, que ha añadido que a la vista de la desescalada que están aplicando otras comunidades, los restauradores barceloneses son "los más maltrechos a nivel español".