La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) ha autorizado, en segunda fase, la fusión entre Funespaña y Santalucía, aunque con la imposición de una serie de condiciones entre las que destaca la de la obligatoria salida de Mapfre del capital de la compañía resultante, en la que mantendría un 25%.
En su resolución, comunicada este viernes, el regulador afirma que la operación daría lugar al solapamiento de las partes en los municipios de Valdepeñas y Bilbao y a la sustitución de Funespaña "en muchos municipios".
Situación de monopolio
De hecho, la compañía que saldrá de la alianza entre Funespaña y Santalucía actuaría en una situación de monopolio en los mercados mayoristas de tanatorios en 157 municipios, de crematorio en 35 y de cementerio en 14; estas cifras justifican las condiciones impuestas por la CNMC, entre las que se encuentran algunos compromisos propuestos por Santa Lucía.
Dos de ellos se refieren a la libertad que tienen los allegados del fallecido para elegir funeraria cuando contactan con la aseguradora por primera vez, evitando así que sean automáticamente dirigidos a la funeraria perteneciente al grupo asegurador.
Compromisos de Santalucía
En cuanto al tercero, la CNMC ha indicado que Santalucía se ha comprometido a facilitar la entrada de un competidor en el municipio de Valdepeñas a fin de evitar la situación de monopolio. También desinvertirá activos y garantizará que la situación previa no empeora, según recoge el regulador.
La CNMC también detectó el riesgo de que los precios empeorasen o se expulsase a otras aseguradoras, "especialmente donde la entidad resultante quede en una situación de monopolio.