Los aterrizajes de emergencia son extremadamente infrecuentes por todos los sistemas de seguridad de los aviones que hacen vuelos comerciales. Sin embargo, a medida que el sector turístico se recupera de la pandemia, los descensos forzosos han regresado con fuerza este verano.
Según señala Aena a Crónica Global, las tomas de tierra de emergencia por fallos técnicos “son muy puntuales”, pero a ellas hay que añadir los cambios de ruta o aterrizajes prematuros que solicitan los propios pilotos por prevención, sobre todo por amenazas de seguridad. Desafíos a los que responden la Policía Nacional o la Guardia Civil dependiendo de si se trata de una amenaza de bomba o, mucho más frecuente, un pasajero problemático.
‘Pasajeros disruptivos’
El caso más reciente ha sido el de un avión de Vueling que volaba de Barcelona a Banjul cuando un “pasajero disruptivo” --en jerga del sector-- obligó a estacionar en Las Palmas. También de Canarias partió la aeronave de Ryanair que tuvo que aterrizar en el Reino Unido antes de tiempo porque el piloto se puso enfermo.
Otro incidente similar a principios de verano fue el de un vuelo Menorca-Bilbao que tuvo que parar en Zaragoza para que los bomberos asistieran a una niña de cuatro años que sufría convulsiones. Más recientemente, otro avión de Ryanair que iba a Venecia tuvo que tomar tierra en Palma por una avería en un motor. A ello se añaden los incidentes registrados en vuelos no comerciales, como el de una avioneta a la que se le paró el motor en Alcolea de Cinca o el de un caza militar que logró aterrizar en Ibiza prácticamente sin combustible.
Conflictos por alcohol y drogas
Fuentes del sindicato de pilotos Sepla coinciden en que este tipo de incidentes “no son muy frecuentes”, aunque los cambios de destino imprevistos por motivos de seguridad son más habituales en los “vuelos calientes” a causa de las drogas, como los trayectos entre Reino Unido e Ibiza o Alemania y Palma.
“Suele pasar en verano. En rutas en Ibiza procedentes de Reino Unido o Italia ha ocurrido varias veces y de Alemania a Mallorca también”, aseguran. “El alcohol es un componente que suele generar este tipo de cosas. Está presente en el 99% de ocasiones”, detalla, en referencia a los aterrizajes sobrevenidos por motivos de seguridad.