Las barreras de los peajes se abren este miércoles a las 00.00 horas y se acaba con las concesiones de las vías de alta velocidad. Esto supone que el Govern debe escoger el modelo que seguirá para mantener los tramos afectados. Por ello, ha adjudicado a Sorigué, Comsa e Innovia Coptalia un contrato para garantizar que los tramos de la C-32 y la C-33 están en perfecto estadio por 8,4 millones de euros.
Así lo ha anunciado la portavoz del Ejecutivo, Patrícia Plaja, tras la reunión del Consejo Ejecutivo de este martes. El contrato del Ejecutivo incluye operaciones de vigilancia y ayuda a la vialidad, de conservación y de programación, seguimiento y control de 130 kilómetros de red hasta marzo de 2022.
Es decir, en enlace por la C-32 entre Montgat, Mataró y Palafolls, y el tramo de la C-33 que discurre entre Barcelona y Montmeló. También se deja de pagar por circular en las conexiones con la carretera N-II y por varios ramales de conexión de la C-32 que también son de titularidad de la Generalitat.
Quién paga las autopistas
El Govern se hará cargo, según han asegurado su portavoz, del coste de mantenimiento de las dos autopistas liberadas. Se trata de una decisión temporal, ya que el Govern debe decidir cuál es el modelo de explotación que aplicará en las vías de alta velocidad. Ha renunciado a lanzar una viñeta catalana, un escenario que ya había recibido un gran número de críticas por la inoperatividad que implicaba que el modelo fuese autonómico y no estatal (cuánto no europeo). Ahora, debe abrir el debate político.
El contrato que se acaba de adjudicar vence el 28 de febrero de 2022. No se ha detallado si el mismo incluye prórrogas automáticas, hecho que daría más tiempo para pactar el régimen futuro de explotación.