A medida que la economía global ha recuperado fuelle tras el parón provocado por el Covid-19, la demanda de materias primas como el acero y el petróleo ha experimentado un repunte sin precedentes. Este auge también ha afectado a la madera, que ha encarecido su precio hasta convertirse prácticamente en un bien de lujo. La voracidad de los grandes compradores, sumado a la tendencia de sustitución del plástico en aras de la madera, han desatado una tormenta perfecta que podría empeorar a partir del próximo año para los empresarios españoles.
El Gremi de Fusta i Moble advierte de la agresiva política de importaciones adoptada por China que explica buena parte de esta crisis. En 2020, el país asiático fue el mayor mercado de ventas de madera en rollo de Alemania --así se denomina a los troncos desramados--. Pekín adquirió 6,4 millones de metros cúbicos, el 50% de la producción generada por Alemania ese mismo año.
Madera apilada en un aserradero / EP
'Superdemanda' china
Un aumento notable si se lo compara con el dato de 2015, cuando China solo compró el 10% de la madera germana --este crecimiento también se ha notado en otros países como República Checa y Francia, aunque de forma menos significativa--. Esta superdemanda china va camino de dejar sin recursos a los fabricantes europeos de muebles, papel y otros derivados de productos forestales.
"La compra masiva de troncos por parte de China podría responder a una estrategia comercial para que su demanda interna crezca o bien a una táctica para avanzar aprovisionamientos. En cualquier caos, es un riesgo a futuro mantener esta alta dependencia del mercado chino para nuestros empresarios", asegura Oriol Alba, secretario general de Cecot, la patronal que da cobijo a la asociación profesional de la madera en Cataluña.
Tormenta perfecta
Pese a todo, hay que destacar que el gigante asiático importó aproximadamente 4,13 millones de metros cúbicos de coníferas en el primer trimestre de 2021. Esto supone una reducción del 20% en términos interanuales. Aunque este retroceso ha quedado compensado por el alza de los pedidos llegados desde EEUU, que han experimentado un crecimiento sostenido desde 2019 hasta superar los tres millones de metros cúbicos. Según un informe de Unemadera (Unión Empresarial de la Madera y el Mueble de España), tanto el mercado de vivienda nueva como el de reformas de EEUU han estresado la capacidad de ajuste de las cadenas de suministro.
Esta carrera entre las grandes potencias ha coincidido, además, con una caída de la producción en algunas naciones nórdicas tradicionalmente madereras. En el caso de Suecia, los stocks se sitúan en los niveles más bajos en veinte años. "No prevemos una vuelta a la normalidad hasta finales de 2022", sentencia Alba.
Importaciones de madera europea en millones de metros cúbicos por parte de EEUU / UNEMADERA
Escalada de precios
Aunque el cuadro general podría empeorar todavía más el próximo enero. El Gremi de Fusta i Moble advierte de que el año que viene entrará en vigor una restricción turca para la exportación de madera hacia Europa y, a la vez, una restricción de exportación desde Rusia a terceros mercados. El panorama preocupa a empresarios como José Ferrer, director ejecutivo de Madersenia y presidente de Empresaris del Moble de la Sènia.
"No recuerdo una situación a nivel global como la que vivimos. Hay una gran especulación en los precios. En el caso del conglomerado, el coste ha aumentado hasta un 40% o 50% en ocho meses", señala. Una escala que se registra, según los índices oficiales, en otras categorías de productos forestales. La pasta, papel y productos afines han crecido el 7,5% en términos interanuales; la fibra de madera, el 8,3%, y los productos derivados de madera el 36,5%. La primera posición la ocupa la conífera en estado primario, que se ha anotado un subidón del 121,1% en un solo año.
Abajo el plástico
Si las compras de China y EEUU se mantienen en el tiempo, los fabricantes españoles creen que será difícil acceder a suficiente materia prima para responder los pedidos en tiempo y orden. "Ahora mismo, los plazos han pasado de tres o cuatro semanas a ocho o diez", se lamenta Ferrer. Estos cuellos de ampolla, similares a los de otros sectores como los fabricantes de microchips, pueden paralizar o ralentizar el abastecimiento de bienes.
Este horizonte tiene una particularidad en el caso del sector de la madera: la transición sostenible. "La tendencia a sustituir el plástico por elementos derivados de la madera ha cogido fuerza, y eso también incrementa la demanda", apunta Alba. El desequilibrio entre oferta y las peticiones de compra no se espera que se ajuste hasta bien entrado el próximo año. Hasta entonces, la madera se convertirá en el nuevo oro vegetal.