La plantilla de Abertis que trabaja en las autopistas que dejarán de tener peajes a partir del 31 de agosto está llamada a votar esta tarde sobre la propuesta de despido colectivo que dejará sin empleo a 343 trabajadores, cifra que implica cinco menos que los planteados en un primer momento. Ya se ha alcanzado un preacuerdo entre los sindicatos UGT, CCOO y CGT y la compañía, por lo que se espera una votación de trámite.
En esta ocasión, los representantes de los trabajadores han decidido no centrar la negociación en intentar revertir los despidos, al considerarlos inevitables por la extinción de la actividad derivada del fin de las concesiones de las autopistas --la AP-7 y la AP-2, titularidad del Estado, y la C-31, C-32 y C-33, de la Generalitat. Han buscado las condiciones más favorables para las salidas.
Indemnizaciones favorables
Así pues, la presión de los sindicatos se ha centrado en mejorar las compensaciones para los hasta ahora responsables de las cabinas de peajes, ya que el presonal de mantenimiento mantendrá por ahora sus puestos de trabajo. En este sentido, se ha pactado una indemnización equivalente al despido improcedente, una condición que afecta tanto a las operadoras Acesa (AP-7 y AP-2) como a Invicat (C-31, C-32 y C-33), las dos que gestiona Abertis.
Los empleados con más de 12 años de antigüedad recibirán una compensación de pérdida de la expectativa de indemnización por jubilación de 7.500 euros. En cualquier caso, la compensación mínima alcanzará los 45.000 euros.
Plan de recolocación
Por otro lado, se ha priorizado la formación de los empleados afectados para mejorar sus expectativas laborales. Para ello se ha acordado un plan de recolocación externa de nueve meses a cargo de la firma consultora Lee Hach Harrison.
Asimismo, la empresa se hará cargo durante un año del seguro médico de su explantilla, que tendrán derecho de contratación preferente en empresas de autopistas catalanas del grupo Abertis hasta 2024.