El mercado mayorista de la electricidad ha vuelto a desbocarse y registrará mañana su segundo máximo histórico consecutivo, con un precio medio de 111,88 euros por megawatio/hora (MW/h). Pero, además, los consumidores no tendrán en este caso escapatoria horaria alguna, toda vez que incluso la cota mínima se situará por encima de 100 euros, algo también inédito en el mercado.
El precio establecido para la jornada del martes supone una subida del 4,8% en relación con el registrado este lunes. Una diferencia muy superior a la que se dio entre el precio de hoy y el del anterior máximo histórico, del pasado 21 de julio, que fue de apenas 17 céntimos de euros (un 0,15%).
Mínimo por encima de 100 euros
El martes también se dará la cota máxima más elevada de siempre en el mercado: 120 euros por MW/h, que pulveriza la anterior cota más elevada (que se dio hace unos diez días) en un 2,5%. Estos precios se registrarán en unas de las franjas horarias de mayor consumo, las correspondientes a las 21 y 22 horas.
No obstante, uno de los datos que más llamará la atención será el del precio mínimo, que será de 102 euros y se corresponderá con la franja de las 17 horas.
Sin escapatoria horaria
Esta circunstancia ahonda en la polémica surgida en su día por el nuevo sistema de tarificación que estableció el Ministerio de Transición Ecológica para aquellos consumidores adscritos al mercado regulado (que son los directamente afectados a muy corto plazo por la espiral alcista de los precios de la electricidad).
El nuevo esquema contempla varios periodos horarios a lo largo del día, de tal forma que para tratar de minimizar el efecto de la subida de los precios en el mercado mayorista, se recomendaba el empleo de aparatos potentes en el hogar, como la plancha o la lavadora, en las horas valle, lo que supondría un cambio de hábitos considerable para el consumidor.
Escaso margen
Sin embargo, el actual escenario deja a los sufridos consumidores sin escapatoria posible. En primer lugar, porque los precios se han disparado de tal manera que incluso los que se registran en las horas de menor coste del día son superiores a las cotas máximas registradas en toda la historia.
Y además, porque las diferencias que se están registrando entre los precios máximos y los mínimos, salvo muy extrañas excepciones, son estrechas, lo que deja al usuario un margen escaso para tratar de esquivar lo que parece inevitable: un subidón del recibo.