Las alzas en el precio de la electricidad regresan tras una cierta tregua durante el fin de semana pero no lo harán de cualquier manera. Este lunes, el mercado mayorista vuelve a registrar un máximo histórico, con una media de 106,74 euros por kilowatio/hora, que supera por unos pocos céntimos la marca del pasado 21 de julio.
La diferencia entre ambos será de apenas 17 céntimos, lo suficiente para establecer una nueva cota inédita, que viene a confirmar que la espiral alcista en la que los precios del mercado mayorista entraron especialmente a partir de junio no tiene visos de haber encontrado su final.
Tregua engañosa
Durante los últimos días, especialmente viernes y sábado, el mercado registró una fuerte corrección que, sobre todo en este último caso, adquirió tintes sumamente extraños.
Para la jornada del sábado, el mercado registró un precio medio de 65,64 euros por MW/h, el más reducido en algo más de dos meses. Pero la circunstancia que más llamó la atención fue la enorme diferencia que se dio entre el máximo y el mínimo. En un mismo día, coincidió un precio de 101 euros en la primera franja horaria (entre las 0 horas y la 1) con uno de 90 céntimos (el correspondiente al periodo entre las 16 y las 17 horas).
Nuevos máximos
En el caso de este lunes, el precio de la electricidad muestra un comportamiento mucho más constante. El mínimo también se dará entre las 16 y las 17 horas pero, en esta ocasión, se situará por encima de los 97 euros por MW/h; por su parte, la franja más cara será la de las 22 horas, por encima de 114 euros.
Aunque el precio medio sí será el más elevado de la historia este lunes, no sucede lo mismo con el precio máximo, cuyo registro fue batido en el mercado la pasada semana, muy cerca de 117 euros, también en la franja de las 22 horas.
Origen de la inflación
La tensión inflacionista en el mercado de materias primas sigue impactando en el precio de la electricidad. Ante el incremento de la demanda derivado de la subida de las temperaturas, las tecnologías de respaldo de las energías renovables, especialmente los ciclos combinados, deben funcionar a mayor intensidad por la incapacidad de las anteriores para garantizar el sumistro.
El precio de la electricidad producida a través de centrales tradicionales también está tensionado por la subida de los derechos de emisión de CO2, que precisan para su operativa.