El impacto positivo de la fusión con Bankia se trasladará a los resultados de Caixabank en una cuantía próxima a los 1.230 millones de euros anuales cuando las sinergias y los ahorros de la operación hayan alcanzado sus cotas máximas, un 16% por encima de lo que estaba contemplado en los acuerdos alcanzados por ambas entidades tras el pasado verano para poner en marcha la unión.
Se trata de uno de los factores que el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, ha puesto sobre la mesa para justificar su primera afirmación al comparecer ante la prensa tras la presentación de los resultados semestrales de la entidad: “hemos empezado la fusión con buen paso”.
Más información disponible
Uno de los primeros síntomas ha sido la revisión al alza de las sinergias estimadas en su día por los equipos del antiguo Caixabank y de Bankia para poner en marcha la fusión, que se cifraban en 770 millones de euros. “Ahora, una vez que hemos arrancado y que disponemos de más información, hemos revisado esa cifra hasta 940 millones de euros, a la que hay que sumar los ahorros por la parte de los ingresos, lo que hace que el impacto de la fusión en resultados vaya a ser de 1.230 millones de euros cuando esas sinergias se alcancen en su totalidad”.
El otro elemento que mueve al optimismo a Gortázar acerca del inicio de la operación es el acuerdo alcanzado con los sindicatos para el ajuste laboral, por el que saldrán 6.452 trabajadores de la entidad en los próximos meses.
7.900 adhesiones al ERE
En este punto, Gortázar ha señalado que el pacto ha sido positivo para todas las partes y que garantiza que todas las salidas se producirán de forma voluntaria. “Los que salen lo hacen porque quieren y, además, con buenas condiciones”.
A preguntas de los periodistas, el ejecutivo ha aclarado que a falta de los últimos datos (este viernes se cierra el plazo de adhesión al ERE), más de 7.900 empleados han manifestado su intención de dejar la entidad, “toda una indicación de que las condiciones son atractivas”.
Caixabank ha concretado que los costes brutos del ajuste ascienden a 1.884 millones de euros, lo que supone una media de algo más de 290.000 euros por cada trabajador.