Se cumplieron los pronósticos. El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este viernes levantar la prohibición que impuso a los bancos a distribuir dividendos como consecuencia de la crisis del coronavirus, una medida que se hará efectiva a partir del próximo mes de octubre.
El veto se impuso durante los primeros compases de la crisis mientras que a finales de año el regulador lo revisó parcialmente, de tal manera que permitió la remuneración al accionista pero de modo muy prudente, con un límite del 15% de los resultados de las entidades. Esta medida se extendía hasta septiembre de 2021, de modo que, a su vencimiento, ya no habrá restricción alguna en este punto.
Mejores proyecciones
El BCE ha decidido no extender de nuevo la recomendación de limitar los dividendos bancarios, pero estos seguirán bajo supervisión de la institución. Así, las autoridades del BCE valorarán el capital y los planes de distribución de cada banco de forma individualizada como parte de su proceso supervisor habitual.
"Las últimas proyecciones macroeconómicas confirman el repunte económico e indican una incertidumbre reducida, lo que está mejorando la confianza en las trayectorias de capital de los bancos", ha argumentado el BCE.
Prudencia
En todo caso, la entidad ha alertado que los bancos "deberían seguir siendo prudentes" a la hora de decidir el volumen de sus dividendos y programas de recompra de acciones, considerando "con cuidado" sus modelos de negocio. El BCE ha subrayado que las entidades bancarias no deben subestimar el riesgo de que se produzcan pérdidas adicionales en su capital una vez las medidas de apoyo expiren.
A la hora de valorar los planes de distribución de dividendos de los bancos, los supervisores del BCE tendrán en cuenta los resultados de los test de estrés de 2021, cuya publicación tendrá lugar la próxima semana. También valorarán las prácticas de riesgo crediticio de los bancos y cómo podrían afectar a la credibilidad de su trayectoria de capital.