Acciona Energía ha iniciado su trayectoria en la bolsa con subidas superiores al 3% en sus primeros cambios. La compañía había fijado el precio de la OPV en la parte más baja de la banda de precios no vinculante, en 26,73 euros por acción, con el fin de dar potencial de revalorización a los títulos, lo que parece que consigue en primera instancia.
El valor marcó un primer precio de 27,60, precisamente en línea con la parte alta de la citada horquilla de precios después de que el pasado lunes la compañía procediera a revisarla a la baja como medida de prudencia ante la incertidumbre que se respira en los mercados respecto al sector de energías limpias.
La mayor OPV en seis años
La de Acciona Energía es la salida a bolsa de mayor tamaño en España desde 2015. Aquel año coincidieron, en un plazo de apenas tres semanas, dos debuts en el mercado de empresas que actualmente cotizan en el Ibex 35 y figuran entre las 10 primeras por capitalización bursátil: Aena y Cellnex.
Desde entonces, los saltos al parquet han sido notablemente más discretos y muchos de ellos se han producido a través del BME Growth, anteriormente conocido como Mercado Alternativo Bursátil (MAB), dirigido especialmente a compañías de menor tamaño, que deciden ponerse bajo los focos del mercado como parte de su proceso de crecimiento y expansión y con el fin último de pasar en el futuro a cotizar en el Mercado Continuo.
Grandes expectativas
Acciona anunció a mediados del pasado febrero su intención de sacar a bolsa su división de energías renovables, la línea de negocio de la empresa con mayor peso en la cuenta de resultados.
Por entonces, la intención era colocar, como mínimo, un 25% del capital, aunque siempre con la condición de que la compañía siguiera bajo el control de la matriz. Las primeras estimaciones apuntaban a que el grupo podría ingresar a partir de 3.000 millones de euros con la operación.
Incertidumbre
Sin embargo, las expectativas cayeron a medida que avanzaban las semanas y el comportamiento bursátil de las empresas del sector empeoraba a marchas forzadas; mientras, entre los inversores comenzaba a hablarse de una posible burbuja de renovables, tras las notables alzas registradas en los meses anteriores, en los que la mayoría del resto de sectores sufrieron un duro castigo como consecuencia de la crisis del coronavirus.
Tampoco contribuyó favorablemente un contexto de múltiples proyectos de salidas a bolsa planteados en el mismo ámbito, lo que hacía temer efectivos negativos a causa de un exceso de papel en el parquet.
Un precio lejos del óptimo
La cancelación de las OPV de Capital Energy y OPDEnergy (esta última in extremis, a escasas horas de iniciar su andadura en el parquet) y la decisión de Repsol de darse algo más de tiempo para decidir si finalmente sacaba a cotizar su filial de bajas emisiones terminó por encender las alarmas entre inversores y expertos.
En medio de este ambiente negativo, Acciona ha mantenido sus planes contra viento y marea, aunque no ha tenido más remedio que rebajar de forma notable sus expectativas para su filial de energías limpias. Hasta el punto de que el presidente del grupo, José Manuel Entrecanales (que también preside Acciona Energía), admitió este miércoles ante los accionistas que el precio fijado en la OPV “no es el óptimo”.