La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha constatado un repunte histórico de reclamaciones por fraude financiero en los últimos meses, hasta el punto de que el supervisor ha establecido una línea de trabajo con el Ministerio de Asuntos Económicos para reforzar y mejorar la investigación y persecución de estas conductas.
El presidente del organismo supervisor, Rodrigo Buenaventura, ha calculado en unos 800 millones de euros el volumen total de los daños reclamados en las denuncias que han llegado hasta la institución.
En plena pandemia
En su intervención en el curso de verano de la UIMP, Buenaventura ha destacado que el repunte de estas reclamaciones se ha producido en plena pandemia del coronavirus y ha detallado que numerosas denuncias que llegan al organismo responden a "actividades ilícitas e incluso delictivas". En muchos casos, estas ofertas de inversión fraudulentas están relacionadas con criptoactivos, por ser "el activo de moda del momento”.
"El fraude financiero es como un globo, va creciendo y la cuestión es pincharlo lo antes posible, porque nunca vamos a ser capaces de erradicar la conducta. De lo que se trata es de detectarla antes de que adquiera una dimensión en la que el daño social sea muy importante", ha explicado.
Más poder para el usuario
En este sentido, Buenaventura ha declinado entrar en detalles sobre las medidas que adoptará la CNMV aunque sí ha avanzado genéricamente que irán dirigidas a que los ciudadanos cuenten con mayores facultades para detectar posibles episodios de fraude.
La CNMV también trabajará en que los usuarios del sistema cuenten con mejor información para poder detectar un posible fraude, y en la medida de lo posible, que lo hagan de forma temprana.