Las acciones de Grifols avanzan más de un 7% este viernes en bolsa impulsadas por el contratiempo que ha sufrido la estadounidense Vertex en los ensayos que realizaba sobre un nuevo fármaco, llamado a rivalizar con uno de los productos clave de la compañía española.
Tras un arranque espectacular, con subidas superiores al 16%, la revalorización de Grifols se ha estabilizado entre el 7% y el 8%; el interés de los inversores por la compañía ha hecho que durante los primeros minutos de cotización no fuera capaz de casar precios debido al aluvión de órdenes de compra.
Ensayo fallido
En concreto, Vertex anunció a última hora del jueves, ya con el mercado cerrado, que los resultados obtenidos en la fase dos de los ensayos del fármaco VX-864 para tratar la deficiencia de alfa-1 antitripsina indican que es "poco probable" que la magnitud del efecto del tratamiento observado "se traduzca en un beneficio clínico sustancial”.
De este modo, la compañía norteamericana ha decidido que el producto no pase a la fase final de desarrollo.
Producto clave
El tratamiento del déficit de la proteína alfa-1 es uno de los campos en los que Grifols está mejor situado gracias al desarrollo de uno de sus productos de plasma sanguíneo. De hecho, se encuentra entre los tres que más ventas aporta a la empresa, con lo que la llegada de nueva competencia amenazaba a la cuenta de resultados de la empresa familiar.
Los notables avances experimentados durante la sesión han permitido a Grifols terminar de recuperar el terreno perdido en bolsa desde que comenzó 2021, para situarse por encima de los 24 euros por acción.
Año negativo
Grifols ha llegado a acumular descensos próximos al 20% desde enero, aunque ha sido capaz de remontar de forma paulatina y ha logrado reequilibrar la situación antes de lo previsto gracias al traspié de Vertex. Actualmente, la capitalización bursátil de la compañía se sitúa en torno a 14.300 millones de euros.
Pese a la remontada, Grifols es uno de los cinco valores del Ibex 35 que acumula pérdidas en los últimos doce meses, de algo más del 13% (tan sólo IAG muestra un comportamiento más negativo). Tras un primer impulso a raíz de la irrupción del coronavirus, que llevó sus títulos por encima de 31 euros, la evolución ha sido pronunciadamente bajista.