El Skating Club de Barcelona cierra sus puertas tras 47 años de historia. La popular pista de patinaje, situada en la calle Roger de Flor del barrio del Eixample, se vio obligada a cerrar hace más de un año con la llegada del estado de alarma.
Esta no ha logrado sobrevivir a la crisis derivada de la pandemia y la propiedad ha alquilado su espacio a la multinacional francesa Carrefour, que ya ha pedido un permiso para hacer obras y transformar el recinto en un supermercado de más de mil metros cuadrados, según han confirmado fuentes del Ayuntamiento de Barcelona al Ara.
Inaugurado en 1974
El Skating se inauguró el 15 de diciembre de 1974, después de que dos hermanos –uno de ellos muy aficionado al patinaje– decidieran abrir una pista de hielo en la Ciudad Condal. Cuando estos fallecieron, la mujer de uno de ellos se quedó con el negocio, modernizó las instalaciones y conservó el espíritu deportivo y familiar durante 20 años más.
Con la llegada del Covid-19, la actividad en la pista de patinaje tuvo que paralizarse, pero lo que parecía algo temporal ha terminado suponiendo el cierre definitivo del negocio. Fuentes cercanas a la familia dueña de la propiedad han explicado que, durante el confinamiento, se abrió un expediente de regulación temporal de empleo a los 34 trabajadores del Skating y que la decisión de no reabrir se tomó hace ya seis meses.
Nostalgia entre los vecinos y usuarios
El cierre definitivo de la pista ha supuesto un gran golpe, tanto para los usuarios como para los vecinos. “Había mucha vida. La calle se llenaba de niños, familias, parejas, y ahora no hay nada”, lamenta Cristina, la portera del edificio desde hace más de 20 años. En cuanto a los patinadores, estos ya solo podrán practicar este deporte en la pista de hielo del FC Barcelona.
No obstante, esta cierra los meses de verano, tiene horarios más complicados y no permite realizar patinaje artístico.