Un préstamo promotor es el que reciben los promotores inmobiliarios que necesitan financiar sus proyectos. Este dinero va destinado a realizar el proyecto desde el inicio o a finalizarlo. Así pueden asegurar que cumplen con los plazos de construcción.
Porque, ¿qué es un promotor de vivienda? Es aquel que va a construir. Este promotor cuenta con inversores o clientes ya interesados sobre unas viviendas que no están terminadas o que, incluso, solo existen sobre plano.
Por qué la banca va a endurecerlo
La banca va a endurecer estos préstamos por la conocida crisis del ladrillo. Constantemente vemos construcciones a medio hacer que parecen abandonadas, edificios que ya no se venden sobre plano porque hay excedentes de vivienda. La crisis está afectando a todos los sectores y esto hace que los pisos y casas ya no sean tan fáciles de adquirir, vender y, por tanto, construir.
Por tanto, es lógico que la banca vayan a complicar las condiciones del préstamo promotor a inmobiliarias, ya que no es un valor seguro. Y no debemos olvidar que los bancos son un negocio que busca el beneficio, como cualquier otro. El préstamo de un capital lo conceden porque la entidad va a salir ganando. Si no pueden asegurar esto, no lo concederán o no tan fácilmente. De hecho, en este momento se están concediendo hipotecas y créditos que ya, desde el inicio de la firma, están amortizados en capital e intereses con la firma de la letra pequeña.
Ventajas y beneficios
Un préstamo promotor es una financiación privada que está íntimamente ligada a la financiación de una promoción inmobiliaria. Por tanto, una entidad dedicada a este tipo de préstamos estará haciendo su labor con especial cuidado de su profesionalidad y dedicación.
No olvidemos que las ventajas de la promoción de viviendas es que se trabaja sobre plano o casi, por lo que solo debemos cumplir con los plazos establecidos, así como con las expectativas basadas en lo vendido previamente. Así, el promotor estará teniendo un rendimiento con capital prestado que podrá devolver con la venta de las viviendas para las que lo ha recibido. Esto hace que, aunque estemos hablando de grandes movimientos de dinero, no sea necesario ese capital inicial inmenso, ya que proviene de manos privadas y de los propios clientes que adelantan entradas para que el piso se construya.
Además, esto hará que la promoción de viviendas se pueda ajustar en movimiento a las necesidades tanto del mercado como de los clientes que van a comprar. Pero siempre contando con los márgenes del capital privado dedicado a este tipo de préstamos. Como las entidades bancarias están endureciendo sus créditos hasta el punto de no ser posibles, una construcción ya comprometida puede quedar abandonada y esto significaría tener que devolver el dinero que ya se ha utilizado por la no finalización y entrega del proyecto. Y esto significaría una ruina millonaria para cualquier promotor inmobiliario.
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