El empresario peluquero Raffel Pages ha muerto esta madrugada del 9 de mayo en Barcelona, a la edad de 78 años. Referente de la peluquería e impulsor de centros de formación en el sector, fue el creador de la cadena de salones que lleva su nombre y que ahora pilotan sus hijas Carolina y Quionia.
Raffel Pages, hijo de peluquero, fue un self-man, un hombre hecho a sí mismo, con facilidad en todo lo relacionado con la creatividad, escribir, pintar, esculpir o realizar un peinado. Siempre decía que se sentía más un creativo de imagen que un peluquero.
Formación en París
Se formó en Carita, situada en París y considerada como la mejor peluquería del mundo en los años sesenta por haber encontrado el equilibrio entre imagen, cuerpo y peinado. Este tiempo en París, Pages descubrió su vocación y decidió importar a la España franquista las tendencias parisinas, con la inauguración de su primer salón de belleza en Barcelona, en la calle Reina Elisenda, 16.
En 1992, emprendió su gran proyecto: el Instituto de Perfeccionamiento Raffel Pages, dedicado a la formación exclusiva de sus colaboradores y que hoy está abierto cualquier profesional. Para el empresario, la formación era uno de sus puntos más importantes en los que debe basarse la manera de vivir: "Hay que aprender durante toda la vida, yo todavía estoy aprendiendo y lo seguiré haciendo hasta el fin de mis días", aseguraba.
Más de 300 trabajadores
Según Pages, las claves de su éxito eran invertir, investigar, intuir e innovar. La cadena Raffel Pages, empresa familiar miembro de Comertia, está actualmente en manos de sus hijas, Carolina y Quiones, las que están al frente del negocio.
La cadena cuenta hoy con 80 salones en el territorio español que emplean a más 300 personas.