Caixabank ha contratado los servicios de Adecco y McKinsey para llevar a cabo la recolocación de los trabajadores afectados por el expediente de regulación de empleo (ERE) del banco. El grupo prevé despedir a 7.800 personas, aunque ha asegurado que reubicará a 500 y que, a largo plazo, estudia la reasignación de todos los despedidos.
La entidad ha comunicado este miércoles a los sindicatos que McKinsey realizará un estudio para detectar oportunidades laborales para sus empleados. Por su parte, LHH --filial del grupo Adecco-- ejecutará la recolocación externa de los despidos.
UGT rechaza el plan
Según Caixabank, el plan contempla "un amplio conjunto de medidas dirigidas a reubicar en un nuevo empleo estable y ajustado a su perfil profesional a cada trabajador que abandone el banco". Así, se ofrecerá formación personalizada al personal para "redefinir su propio plan de carrera" una vez abandonen su puesto actual. La actuación incidirá especialmente sobre los asalariados con más de 50 años e incluirá el emprendimiento y la búsqueda de empleo fuera de España.
Pero el plan no convence a los sindicatos. UGT exige una propuesta que priorice las salidas voluntarias del banco y que distribuya las bajas en un periodo de tres años hasta diciembre de 2023. Asimismo, recuerdan que la normativa fija la obligación de realizar un plan de recolocación externo. "Se hace márketing con un plan de recolocaciones en el mayor ERE del siglo XXI", ha afirmado la organización.