Simon Electric ha anunciado que prevé cerrar su fábrica en Riudellots de la Selva (Girona), que emplea a unas 120 personas, antes de que acabe el año. La empresa tiene planeado reubicar al personal y la maquinaria del centro de producción a sus otras factorías en Olot y Martorelles.

En un comunicado, el fabricante especializado en tecnologías de iluminación y material eléctrico ha atribuido el cierre a la "caída progresiva en la demanda de las series" producidas en la planta de Riudellots, que se mantendrá operativa hasta alcanzar un acuerdo con los representantes de la plantila para "minimizar el impacto" de la decisión.

 

Oposición de la plantilla

Según informa el Diari de Girona, los planes de la dirección cuentan con la oposición de los trabajadores, que se concentraron este sábado 1 de mayo en Girona para reclamar la continuidad de una planta que les ha dado trabajo durante 45 años. Los sindicatos destacan que la gran mayoría de los trabajadores son mujeres y mayores de 50 años, grupos que en ambos casos representan el 80% de la plantilla.

La compañía ya transmitió a los representantes laborales de la falta de viabilidad de la factoría hace tres años, pero hace tres semanas les comunicó su intención de ejecutar la salida. La delegación de CCOO ha avanzado que intentará que los empleados tengan la opción de jubilarse o prejubilarse para no verse obligados a desplazarse a Olot o Martorelles.

100 años de Simon

Simon abrió la planta de Riudellots, que supuso una inversión de 17 millones de euros, en 2008 tras cerrar su fábrica en la ciudad de Girona. Tres años más tarde, en 2011, la compañía también cerraría su factoría en el distrito 22@ de Barcelona, con la intención de trasladar a los operarios a Riudellots.

La empresa fue fundada como un pequeño taller de portalámparas en Olot en 1916. Más de un siglo después, la marca es hoy una multinacional de la iluminación y la electrónica, con una plantilla de más de 3.000 personas, más de la mitad ubicada en China.