Las discotecas catalanas piden, como la restauración, fecha de reapertura. El sector del ocio nocturno alerta de que lleva 13 meses cerrado por orden gubernativa. Por ello se impone un calendario de reactivación para los 11.567 locales que han sobrevivido, defienden.
Lo ha argumentado la patronal Fecalon en una nota hoy, en la que recuerda que el estado de alarma decaerá el próximo 9 de mayo, por lo que se abre "la posibilidad de retomar la libertad de salir por la noche". Ello será posible, también, con el "avance de la vacunación y por lo tanto la inmunización de cada vez un número más amplio de la población".
Levantamiento de las restricciones
En este contexto, Fecalon plantea que la Generalitat de Cataluña inste a la celebración del Consejo Interterritorial de Salud para modificar el acuerdo de 14 de agosto de 2020, en el que se cerraban las actividades recreativas musicales y se imponía un cierre de la restauración a las 01:00 horas de la madrugada.
A este respecto, la organización empresarial "valora positivamente" los planes del Govern de volver a permitir la actividad de la restauración por la noche, que podrá volver a servir cenas. Si bien la hostelería tiene ya fecha de fin de limitación de actividad de tarde y noche, el ocio nocturno no la tiene. "Es urgente poner fecha de apertura de los establecimientos y que asimismo se realice una previsión de ampliación de horarios", apremia la patronal. Es necesario, insiste la misma fuente, para "organizar calendarios, reincorporar a la plantilla de forma progresiva y permitir a las autonomías establecer sus planes de reactivación".
Peligro de fiestas ilegales
La reapertura controlada del ocio nocturno es necesaria, arguye Fecalon, para "evitar la proliferación de botellones y fiestas ilegales", máxime con la llegada del "buen tiempo y el fin del toque de queda". La actividad nocturna, defiende la patronal, "debe canalizarse en establecimientos adecuados".
Precisamente, el ente empresarial recuerda experiencias de éxito como el concierto de Love of Lesbian en el Palau Sant Jordi, que reunió a 5.000 personas y se saldó sin brotes de coronavirus. Esa prueba, recuerda la parte empresarial, "es una vía para retomar la actividad en las pistas de baile", algo que ya está previsto en plan de reactivación del sector, que el Govern lleva siete meses sin aprobar.