Caixabank prevé llevar a cabo el mayor ajuste de plantilla de la banca española tras la fusión por absorción de Bankia, con un total de 8.291 empleados afectados y el cierre de 1.534 oficinas en toda España. El plan, presentado esta martes a los sindicatos, supone deshacerse del 18% del total de la masa laboral y clausurar el 27% de la red de sucursales.
En este caso, la entidad prescindirá de la figura de la prejubilación; al contrario, la edad no será necesariamente un factor tan determinante a la hora de diseñar el ajuste, toda vez que la intención del banco es que el proceso sea equilibrado y afecte en la misma proporción a mayores y menores de 50 años.
Fusión y digitalización
El banco ha justificado esta estrategia ante los representantes de los trabajadores por causas productivas y organizativas como consecuencia de la fusión y del entorno actual del mercado, marcado por el escenario continuado de tipos de interés negativos.
También ha influido la tendencia de los clientes hacia el entorno digital.
Plan de recolocación
Además, Caixabank se ha comprometido a poner en marcha un plan de recolocación para que la gente que abandone la entidad encuentre un nuevo empleo en el periodo más corto posible.
Respecto a oficinas, el procedimiento se saldará con el cierre de 1.534 de ellas y los criterios se basarán en el tamaño del municipio y competencia bancaria en la plaza; la distancia entre oficinas de ambas entidades; la cuota de presencia y solapamiemtos; evitar la exclusión financiera y potenciar oficinas de mayor tamaño y especialización.