La gestora inmobiliaria IBA Capital Partners, en colaboración con un inversor institucional de Oriente Medio, ha comprado el complejo de oficinas que se encuentra en las plantas superiores del centro comercial Glòries. El anterior propietario del complejo era el fondo de inversión Blackstone, que en octubre del año pasado inició las negociaciones para desprenderse del activo en el marco de su estrategia de desinversión.
El complejo está integrado por tres edificios situados en las calles Ciutat de Granada 178, avenida Diagonal 188 y Gran Vía 866. Los tres activos suman una superficie aproximada de 21.500 metros cuadrados y se encuentran ocupados en más del 85%.
Apuesta por las oficinas
La operación ha sido asesorada por Savills Aguirre Newman y CBRE por parte del vendedor, y por parte del comprador por JLL, Uria y Menendez, E&Y, Ruiloba Abogados (a nivel legal), y las firmas TBA y TAUW a nivel técnico.
Según Jesús Valderrama y Thierry Julienne, socios fundadores de IBA Capital, esta operación reafirma su compromiso con el sector de oficinas. Ambos ejecutivos han reivindicado las inversiones en activos bien ubicados y de alta calidad como una de las señas de identidad de la política de inversión de la firma.
La espina de Janet Sanz
Los inmuebles, construidos en 1995 y reformados en varias ocasiones, han contado entre sus arrendatarios con importantes multinacionales como Kin, Sage, Kyocera, Gore-tex, además del Departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona.
De hecho, el área que pende del equipo de Janet Sanz lleva años pagando un oneroso alquiler al propietario por el espacio sito en el número 230 de la avenida Diagonal.
Traslado pendiente a Sant Andreu
La elevada renta se abona puntualmente mientras nada se sabe, o muy poco, del proyecto de traslado de todo el Departamento a los antiguos Cuarteles de Sant Andreu. El desarrollo de estos terrenos, incluida la construcción de una nueva sede para Urbanismo, es una vieja reivindicación vecinal que avanza lentamente, como explicó este medio".
El ritmo lento de urbanización genera situaciones como la de Urbanismo, que continúa pagando alquiler a un tercero pese a que podría tener sede de propiedad, un cuartel general que anhelan los vecinos de Sant Andreu, por cuanto el traslado de funcionarios y técnicos supondría un acicate económico en el distrito"