La macroampliación que va a llevar a cabo Cellnex supondrá importantes variaciones en la estructura de su capital, en la que GIC, el fondo soberano de Singapur, pasará a tomar el relevo de los Benetton como primer accionista. Sin embargo, frente a las pretensiones del socio institucional, su participación quedará levemente por debajo del 10%, el límite a partir del cual debería recibir la autorización del Gobierno.
Una circunstancia que, lejos de ser casual, ha influido de forma decisiva a la hora de determinar la estrategia del vehículo inversor del Estado del sudeste asiático en la compañía de telecomunicaciones. El interés de GIC por Cellnex es máximo y una ampliación de capital de estas dimensiones (7.000 millones de euros), el escenario ideal para dar un paso en firme a la hora de tomar un mayor control de la empresa que ha llevado a cabo las mayores inversiones del sector en Europa, por encima de los 36.000 millones de euros en los últimos cinco años.
Blindaje
Sin embargo, desde la llegada de la pandemia el Gobierno se ha rearmado con más instrumentos a la hora de blindar a las compañías de sectores considerados como estratégicos (el de telecomunicaciones lo es y de forma destacada) del apetito de los inversores provenientes de fuera de la Unión Europea.
Una de las medidas que llegó en el marco de la declaración del primer estado de alarma otorga al Consejo de Ministros la potestad de tener que autorizar cualquier inversión que suponga controlar más del 10% del capital de empresas de sectores entre los que se encuentran, además del citado, otros como energía, sistema financiero, Defensa, medios de comunicación, etc.
Venta y dilución
En la actualidad, GIC cuenta con aproximadamente un 7% del capital de Cellnex. Una cifra que se irá hasta el 9,5% antes de que termine de ejecutarse la ampliación de capital (cuyo plazo de suscripción de 15 días se inicia este jueves 1 de abril) al adquirir un 2,5% adicional a Edizione, la sociedad inversora de los Benetton y, hasta ahora, primer accionista de Cellnex.
La operación hará que la participación de la instrumental italiana se quede en torno al 10,5%. Pero además, los Benetton han anunciado también la venta de sus derechos de suscripción preferente en la ampliación de Cellnex a Goldman Sachs, de manera que su participación se diluirá y pasará a situarse por debajo del 8%.
Inversión de 1.200 millones
Mientras, GIC figura entre los pocos accionistas de referencia de Cellnex que ha suscrito un compromiso irrevocable de suscripción de la ampliación y, además, por la totalidad de la participación. De esta forma, será capaz de mantener el 9,5%. Un compromiso que se verá refrendado por una apuesta de algo más de 1.200 millones de euros.
La adquisición de las acciones de Edizione, pactada a un precio de 44,4 euros, según se refleja en el comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores a última hora del pasado viernes, supone un desembolso de 541 millones de euros; a esta cantidad hay que sumar la suscripción de la ampliación, que supondrá cerca de 670 millones de euros adicionales.
Examen ante Moncloa
Dada la magnitud de la ampliación, muchos de los socios de Cellnex que cuentan con participaciones significativas en la empresa que dirige Tobías Martínez declinarán suscribir la operación en su totalidad y optarán por la venta de derechos, como ha hecho Edizione. Un escenario propicio para que GIC adquiriera un paquete en torno al 15% del capital, lo que le aseguraría ya un cierto control sobre Cellnex.
Sin embargo, la apuesta inversora pasaría en ese caso a depender de una decisión administrativa. GIC se vería obligada a someter al escrutinio del Consejo de Ministros el incremento de su participación en la empresa y desvelar sus planes. Algo que no forma parte de su estrategia, al menos por ahora.
Sensaciones negativas
También supondría un revés el hecho de que el futuro de Cellnex dependiera de una decisión que podría tardar cerca de un año en tomarse, justamente en un momento en el que el sector de infraestructuras de telecomunicaciones está en plena ebullición y la empresa cuenta con un ambicioso plan con el horizonte de 2025.
Según ha podido saber Crónica Global, el fondo soberano de Singapur ha sondeado de forma somera la respuesta que podría recibir del Gobierno de Pedro Sánchez y los resultados no han sido demasiado convincentes.
El caso de IFM y Naturgy
En la actualidad, el Gobierno ya analiza el caso de la opa parcial lanzada sobre el 22,7% de Naturgy por otro inversor del área Asia-Pacífico, el fondo australiano IFM Investors. La entidad oceánica ha vinculado el éxito de la operación a alcanzar, al menos, el 17% del capital de la energética.
En el caso de Naturgy, fondos estadounidenses como GIP y CVC controlan sendos paquetes del 20% del capital pero su adquisición no precisó de la previa autorización del Consejo de Ministros, toda vez que las medidas proteccionistas aun no habían sido reforzadas.