El nuevo Caixabank echa a andar este viernes, tras completar el proceso de absorción de Bankia, con el primer desafío de afrontar un complejo ajuste laboral que la entidad tiene previsto acometer en las próximas semanas para tenerlo completado al cierre del segundo trimestre.
El consejero delegado, Gonzalo Gortázar, ha apuntado que las conversaciones con los representantes de los trabajadores se iniciarán en los próximos días aunque, como viene siendo habitual, ha evitado dar detalles sobre el contenido del plan con el fin de que sean los sindicatos los primeros en conocerlos.
Liderar la transformación
En este sentido, Gortázar ha mencionado los criterios de voluntariedad y meritocracia que se tendrán en cuenta a la hora de proceder a la reestructuración laboral, a los que ya aludió esta semana el futuro presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, en la última junta de accionistas de Bankia. El consejero delegado ha llamado la atención sobre el hecho de que en esos criterios no se incluye el factor de la edad.
En la primera comparecencia ante la prensa como banco unificado, Goirigolzarri ha apuntado que el objetivo del nuevo Caixabank, más allá de mantener el liderazgo en cuota de mercado que ya tiene en España, es “liderar el proceso de transformación de la banca en los próximos años”.
El martes, primer consejo
El nuevo consejo de administración del banco se reunirá por primera vez el próximo martes, cuando está previsto que se formalice el nombramiento de Goirigolzarri.
Mientras, para el lunes está previsto el inicio de la cotización de las nuevas acciones de Caixabank, emitidas por la entidad para atender el canje de títulos con los de Bankia, que este viernes se despide del mercado de valores.
Nuevo plan estratégico
Para un plazo más largo queda la elaboración del primer plan estratégico de la entidad unificada, que Caixabank prevé tener listo en la primera mitad de 2022, aunque Goirigolzarri ha señalado que ya le están “dando alguna vuelta”. Esta hoja de ruta determinará, entre otros aspectos, la política de dividendos, aún condicionada por las limitaciones impuestas por el Banco Central Europeo (BCE) y que, al menos hasta septiembre, solo permite distribuir el 15% de los beneficios operativos.
Este viernes ya se ha procedido a la inscripción en el registro del nuevo Caixabank que, de este modo, presentará los correspondientes al primer trimestre como sus primeros resultados como entidad única. Por entonces, el banco podría dar alguna indicación sobre previsiones para el ejercicio en curso. “Necesitamos tener toda la información y analizarla para poder explicar bien las tendencias que vemos y, a partir de ahí, dar alguna indicación de lo que esperamos para el conjunto del año”, ha apuntado Gortázar.
Sin cambios para los clientes
Mientras, el plazo para la integración tecnológica, uno de los puntos más delicados de la operación, se mantiene en el cierre del presente año. No obstante, Gortázar ha aclarado que hasta entonces los clientes que provengan de Bankia podrán operar con absoluta normalidad.
“No tendrán que hacer nada ni va a cambiar nada para ellos, mantendrán sus números de cuenta y su operativa en las oficinas y los cajeros”, ha explicado el consejero delegado que, no obstante, también ha recalcado que en los próximos días se pondrán en contacto con estos clientes para darles cuenta de la operación.
Un sueño para Bankia
Por su parte, Goirigolzarri ha hecho hincapié en la necesidad de “olvidarse del pasado” y mirar hacia adelante, en referencia al peso de los miembros de Bankia en el comité de dirección del nuevo Caixabank, que se reduce a dos (que serán tres a partir de 2022) de 14, al que ha calificado como “adecuado teniendo en cuenta la dimensión de las dos entidades.
Además, ha desaprobado el hecho de que el final de Bankia que se certifica este viernes haya sido producto de un fracaso. “Todo lo contrario; en 2012, Bankia era el principal problema del sistema financiero español y hoy es un elemento importante para la financiación de las empresas y las familias”. E incluso fue más lejos: “Si en aquel mayo de 2012 nos dicen que el final iba a ser el de hoy, a todos nos habría parecido un sueño; pues este sueño se ha hecho realidad. Y el orgullo de pertenencia a Bankia no va a desaparecer con la marca”.