La absorción de Bankia por parte de Caixabank ha superado su escollo más complicado desde el punto de vista de la operación mercantil. A última hora de la tarde de este martes se ha hecho oficial la autorización por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que implica el cumplimiento de una serie de compromisos, acordado en las últimas semanas con Caixabank para evitar que la nueva entidad ejerza una posición de monopolio en determinadas zonas y deje en cambio a otras en situación de exclusión financiera.
Así, el nuevo Caixabank deberá mantener las condiciones y términos que tienen actualmente los clientes de Bankia en las 86 zonas, establecidas por códigos postales, en los que el organismo que preside Cani Fernández ha detectado que la entidad resultante de la fusión quedará bien en situación de monopolio, bien en una de duopolio pero expuesta a débil presión competitiva. Esta condición se extenderá por un plazo de tres años.
Monopolio y exclusión financiera
Además, en el caso de las citadas zonas tampoco podrá cobrar comisiones a los clientes procedentes de Bankia por realizar una operación en ventanilla cuando esa operación hubiese sido gratuita de acuerdo con las condiciones ofrecidas por la entidad absorbida en la fecha de autorización de la operación durante 3 años.
Por su parte, para evitar riesgos de exclusión financiera en determinadas áreas en las que Caixabank quedará como única entidad, el compromiso adquirido por el banco consiste en no abandonar, salvo en supuestos excepcionales sujetos a autorización previa de la CNMC, ningún municipio en el que actualmente esté presente (o lo esté únicamente Bankia o las dos) y no haya ninguna oficina competidora.
Cajeros
En cuanto a los cajeros automáticos, otra de las cuestiones en las que la CNMC ha detectado un riesgo para la competencia debido a la posible ruptura de los acuerdos existentes entre Bankia e ING, por un lado; y con Euro6000 y Banco Sabadell por otro, Caixabank deberá permitirles acceso al menos por un periodo de 18 meses y en las mismas condiciones económicas.
En el caso de cierre de cajeros de Bankia como consecuencia de la operación, se dará acceso a los clientes de estas entidades al cajero de Caixabank más próximo al de la entidad absorbida cerrado. Para ello, CaixaBank deberá señalizar debidamente los cajeros afectados con el objetivo de que sean fácilmente identificables.
Objetivos inalterados
En un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Caixabank asegura que los compromisos con la CNMC no implican la alteración de los objetivos principales de la fusión, que fueron expuestos al mercado a mediados de septiembre, cuando los consejos de ambos bancos procedieron a aprobar la fusión.
Estas condiciones y compromisos han formado parte del trabajo llevado a cabo por las entidades y el regulador en las últimas semanas con el fin de conseguir la aprobación de la operación en primera fase y con las condiciones ya pactadas, lo que ha hecho que se apuren los plazos del calendario fijado para desarrollar la operación.
Unificación de marca
Previamente, las entidades también han comunicado a la CNMV el inicio de los trámites para la ejecución del canje de acciones con el fin de cerrar la operación desde el punto de vista mercantil. De este modo, el próximo viernes será el último día de cotización para las acciones de Bankia.
Está previsto que la marca desaparezca progresivamente durante los próximos meses, un proceso que está previsto que concluya al final del verano. Para finales de año se espera la integración definitiva de los sistemas informáticos.