La inestabilidad de Turquía ha vuelto a tener consecuencias negativas para la cotización de BBVA, notablemente expuesto a este mercado como primer accionista del banco Garanti. El desplome de la divisa y los bonos locales a raíz de un abrupto cambio en la dirección del Banco Central del país se ha traducido en un castigo del 7,72% para la entidad que preside Carlos Torres, que ha visto reducida su capitalización bursátil en más de 2.400 millones de un plumazo.

La sempiterna crisis socioeconómica en el país otomano escribió un nuevo capítulo durante el pasado fin de semana, cuando el presidente, Recep Tayyip Erdogan, destituyó de forma fulminante al gobernador del Banco Central de Turquía días después de que éste adoptara la decisión de elevar los 200 puntos básicos los tipos de interés para tratar de contener una desbocada inflación.

Elevada inestabilidad

Naci Agbal, antiguo ministro de Finanzas, fue cesado cuando apenas llevaba cinco meses en el cargo y, de inmediato, sustituido por Sahap Kavcioglu, relacionado con el partido de Erdogan que gobierna con mano de hierro el país.

Se trata del tercer nombramiento al frente de la institución que rige la política monetaria del país en apenas un año y medio, un periodo marcado por los desequilibrios financieros y una incontenible alza de los precios que ha llevado la inquietud a los mercados internacionales.

Desplome de la divisa

Tanta inestabilidad ha supuesto un nuevo castigo para BBVA, que en la actualidad controla cerca de un 50% del capital de Garanti y que ha hecho de Turquía uno de sus principales mercados internacionales. De hecho, la plaza turca aportó en torno a un tercio del beneficio de la entidad en 2020, un ejercicio, eso sí, atípico por la influencia de la pandemia y los saneamientos llevados a cabo por el grupo en EEUU.

El nuevo giro en Turquía provocó una fuerte caída de la lira, que llegó a superar el 17% y que supuso el registro de nuevos mínimos históricos.

Posible cambio de rumbo

El mercado interpretó que el relevo en el Banco Central turco tras la subida de tipos de hace una semana llevaba consigo una próxima rebaja del precio oficial del dinero, a la que el presidente Erdogan se ha mostrado favorable en numerosas ocasiones.

Las turbulencias en los mercados se moderaron después de que la nueva cúpula del organismo emisor descartara cambios, al menos en el corto plazo. Fue suficiente para contener el castigo sufrido por la lira pero no por la cotización del BBVA, que cerró en 4,317 euros por título, muy próximo a su mínimo intradía (4,312 euros).

Efecto arrastre en el Ibex

Otra de las inquietantes consecuencias de la inestabilidad financiera en Turquía fue el desplome sufrido por el precio de sus bonos, lo que ha hecho que la prima de riesgo se sitúe en el entorno de los 2.000 puntos básicos.

La caída del BBVA ha arrastrado al Ibex 35 a un recorte del 1,7% al cierre de la sesión, junto a los valores relacionados con el turismo, penalizados por las crecientes medidas de restricción de la movilidad que se extienden por Europa ante lo que parece ser una nueva oleada de contagios del Covid-19.