El sector turístico ha recibido con satisfacción los planes de la Unión Europea para implantar un certificado digital sanitario para viajar entre los países europeos. Una medida que ven como un impulso al turismo que, si bien no permitirá “salvar el verano” para situarlo en los niveles de los últimos años, sí esperan que sirva para aumentar la actividad respecto al pasado estío, que por lo general quedó muy lejos de compensar las pérdidas acumuladas a causa de la pandemia.
La propuesta presentada este miércoles por la Comisión Europea tras las presiones de países turísticos como España y Grecia consiste en crear un certificado digital con un código QR que centralice la información sanitaria de la persona: por ejemplo, si está vacunada contra el coronavirus, si tiene anticuerpos por haber pasado la enfermedad o comprobantes de un test negativo. El documento ha recibido el apodo de “pasaporte Covid”, aunque la Unión niega que lo sea, ya que dicho modelo generaba reticencias entre varios países miembros y en la propia Organización Mundial de la Salud. Asimismo, queda abierta la puerta a que los países decreten cuarentenas independientemente de la disponibilidad de este certificado.
“El pasaporte ayuda”
Pimec Turisme es uno de los agentes del sector que han reaccionado positivamente a la propuesta europea: “Lo vemos con muy buenos ojos, es una manera de reactivar el turismo”, asegura Esteve Guerra, presidente de la sectorial turística de la patronal. “Son muy buenas noticias, esperemos que llegue a tiempo”, señala.
“El pasaporte nos ayuda a que la gente se plantee viajar”, asegura Guerra, que añade que es necesario dotar de una mayor seguridad a los viajeros y a los destinos turísticos para resucitar a un sector que “lo ha pasado muy mal”, porque “las ayudas directas han llegado con cuentagotas”. El empresario vaticina que la temporada veraniega no será “como en años pre-Covid, pero sí esperamos un aumento”.
La restauración lo celebra
Desde el sector de la restauración también trasladan su apoyo “sin matices” al documento propuesto, “le llamen pasaporte o certificado”. “Lo vemos bien, porque Barcelona no puede estar esperando a que se reactive el consumo cuando se haya superado la pandemia”, manifiesta Roger Pallarols, director del Gremio de Restauración de Barcelona.
“La situación es de asfixia, ha habido sacrificios muy severos durante un año y están frenando economía de manera preocupante”, recuerda Pallarols. “La reactivación de la economía no puede esperar a la inmunidad de grupo”.
Una solución ante la “excepcionalidad”
Pablo Díaz, profesor de Economía de la UOC y experto en turismo, también avala el certificado propuesto por la CE. “Hay mucha polémica sobre la posible discriminación, el precio de los análisis... pero yo tengo una posición positiva por la excepcionalidad y porque puede servir para reactivar el turismo”, apunta.
“Los mayores son los primeros que se están vacunando y los que lo han pasado peor; veo una cierta justicia ahí”, añade. Según Díaz, el turismo español tendrá un mejor verano que el último, pero “lejos de las cifras récord de los años anteriores”, por lo que apuesta por “llamar al turismo nacional para que se mueva” y “disfrutar de nuestros recursos turísticos sin tanta aglomeración”.